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El escándalo por la permanencia de Pérez Corradi en Paraguay y, principalmente, por la protección pagada que recibía de la Policía, fue desnudado en un audio revelado de manera exclusiva por el diario ABC Color y la radio ABC Cardinal, en el que su pareja paraguaya María Gladys Delgado Brítez confesaba incluso cuánto pagaron a los uniformados corruptos y cómo operaba la mafia fronteriza.
Las impactantes revelaciones de la mujer, quien contó que tuvieron que pagar 100.000 dólares a Interpol, el 29 de mayo de 2015, salpicaron incluso al actual comandante de la Policía, Críspulo Sotelo, ya que este era en aquel entonces el director de Apoyo Técnico y a su cargo operaban todas las dependencias especializadas, una de ellas justamente Interpol.
Pero hasta ahora ni siquiera se abrió una investigación formal contra los agentes que trabajaban en ese entonces en la oficina regional de Interpol en Ciudad del Este, donde el jefe era el subcomisario Sebastián Jara.
La Policía tampoco se pronunció ni explicó en ningún momento las labores específicas que realizan los efectivos de la división Antimafia de Ciudad del Este, que funciona orgánicamente a cargo del departamento de Inteligencia.
Uno de los elementos de esta unidad, el suboficial Derlis Mallorquín, fue delatado por su propia prima, la mujer de Pérez Corradi, de ser el nexo para comprar el apoyo y encubrimiento de los demás policías corruptos de la región.
Irónicamente, los únicos que están pagando las consecuencias de este escándalo son dos agentes de Identificaciones, involucrados en la expedición de la cédula y del pasaporte que usaba Pérez Corradi, pero que fueron defendidos por la propia pareja del criminal, quien en el mencionado audio decía que los dos uniformados no tenían nada que ver.
Aparentemente, hay una intención de enfriar el caso.