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El jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el patriarca Kiril, culminó ayer su visita de un día y medio al Paraguay, hecho considerado histórico por ser la primera vez que un alto exponente de esta rama del cristianismo llega al país.
Desde su arribo, el domingo a la noche, fue recibido por numerosos seguidores, quienes lo acompañaron en las actividades que realizó, como el lunes cuando ofició una misa en la calle. Ese día mantuvo su primer encuentro con el mandatario Horacio Cartes en Mburuvicha Róga, además recorrió el cementerio ruso en La Recoleta y el Salón de Bronce del Círculo de Jefes y Oficiales Retirados de las FF.AA., donde está la placa con los nombres de los militares rusos que defendieron el Chaco.
Mensaje
Antes de partir a Brasil, en el marco de su gira por Latinoamérica, Kiril volvió a reunirse con el Presidente paraguayo, esta vez en el Palacio de Gobierno, donde dio un mensaje al mundo.
Durante su alocución agradeció el homenaje del Paraguay a los militares rusos que pelearon en la Guerra del Chaco. “En esta parte del mundo no hay otro país donde en el salón del honor habrían hecho en bronce los nombres de los héroes rusos. En esta parte del mundo no hay otro país donde un Jefe de Estado recordaría los nombres de los rusos con tanto honor, respeto y orgullo”, señaló.
Más adelante, puso énfasis en el conflicto en el Medio Oriente, instando a los países a unir la voz contra el terrorismo que mata a inocentes.
“La respuesta a este terrible desafío tiene que ser conjunta, común y coordinada. Es por eso que lo que está pasando en Siria y alrededor de Siria, no puede ser un lugar del posible conflicto del Oriente y el Occidente, no puede aparecer aquí las semillas de un nuevo conflicto mundial”, insistió. Sostuvo que “tener unos objetivos no declarados públicamente es un peligro para todo el mundo”. También se refirió al conflicto en Ucrania, señalando que ambas iglesias deben dar el mensaje de la paz, que ello debe ser el lenguaje en común de los ucranianos.
Kiril resaltó que estas expresiones forman parte de la declaración conjunta con el papa Francisco en Cuba.