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La lluvia de ayer no opacó la actividad de los franciscanos.
Unas 100 personas de la parroquia Niño Jesús de Praga, del barrio Herrera, entre los que realizaban la Pascua Joven, organizadores y sacerdotes, reflexionaron sobre el amor a los demás y la caridad con ayuda a los más necesitados.
Para poner en práctica lo aprendido desde el retiro del Miércoles Santo hasta el viernes, se trasladaron ayer hasta el local de los franciscanos de la Tercera Orden Regular “San Serafín”, en el mismo sitio donde está el seminario mayor diocesano, cerca del campus Santa Librada de la Universidad Católica.
“En la Pascua Joven, los participantes aprendieron a dar, a amar y entender la situación de los más necesitados. Esas enseñanzas las ponen en práctica atendiendo a unos 100 niños de esta zona de Cateura”, indicó el fray Alcides Fariña, sacerdote franciscano del lugar.
Dijo que los sábados dan de comer a los niños carenciados, con ayuda de colaboradores anónimos que contribuyen en especies o dinero para comprar los productos.
“Pensamos que este sábado no iba a venir nadie, pero con la iniciativa de la Pascua Joven, ahora se vive un ambiente diferente”, resaltó fray Fariña.
Una de las organizadoras del encuentro por la comunidad juvenil “Guerrero de la luz” de la parroquia Niño Jesús de Praga es Analía Alegre, quien sostuvo que la idea fue brindar una Semana Santa divertida, entretenida y por ello contrataron a un mago para deleite de los niños.
“Quisimos innovar y el resultado se ve en los rostros de los niños. Además de la recreación sana, compartiremos con ellos un almuerzo, donde se les enseñará a saber convivir y compartir”, resaltó Analía.