Huevos a Santa Clara para que no llueva

El miércoles pasado las monjas del monasterio de las Hermanas Pobres de Santa Clara de Asís, ubicado en Villarrica, recibieron una canasta llena de huevos. Presumieron que se trataba de una ofrenda para que no llueva durante los días en que el papa Francisco estuvo por el país. Y así fue.

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VILLARRICA (Pablo Gastón Ortiz, corresponsal). Los huevos, que eran alrededor de 300, llegaron en una canasta. Fueron llevados al convento por dos personas que aseguraron que el regalo venía de parte del mismo presidente de la República, Horacio Cartes.

Sin embargo, las monjas no les preguntaron sus nombres, según relató la encargada del monasterio de las Hermanas Clarisas, María de Jesús Barbudez. Explicó que en ese momento ella no se encontraba en el lugar.

En el catolicismo Santa Clara es la patrona del buen tiempo, por lo que existe la tradición de que las novias o las parejas le ofrezcan huevos para que no llueva en el día de su boda. Es por eso que las religiosas dedujeron que la intención del Presidente haya sido una ofrenda a fin de pedir buen tiempo durante los días en que el papa Francisco estuvo por Paraguay.

María Barbudez participó el sábado pasado de la misa oficiada por el Papa en Caacupé y contó que, a pesar de que el tiempo se encontraba inestable, para el horario de la celebración eucarística el cielo se despejó y finalmente salió el sol. “Realmente coincidió y no llovió”, acotó.

También en el monasterio las monjas de la Orden de las Clarisas rezaron para que el tiempo colabore con la visita del papa Francisco. Al menos durante la misa de Ñu Guasu y en el encuentro de jóvenes realizado en la Costanera tampoco se registraron precipitaciones, a pesar de las tormentas anunciadas por la Dirección Nacional de Meteorología.

No común en Paraguay

Si bien la práctica religiosa de ofrecer huevos a Santa Clara no es muy frecuente en nuestro país, la religiosa María Barbudez comentó que cada tanto suelen llegar a este monasterio, ubicado en la compañía Rincón de Villarrica, algunos fieles con huevos para pedir por un buen tiempo. Recordó anécdotas que vivió de cerca –principalmente registrados en Argentina, donde la tradición es más común– en que la lluvia terminaba solo a pocas horas del inicio de la boda. En definitiva, Santa Clara cumplía con sus devotos, puntualizó sonriente la religiosa.

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