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En una histórica protesta que comenzó a inicios de setiembre y que duró varios días, estudiantes universitarios lograron la imputación y renuncia del rector de la Universidad Nacional de Asunción UNA), Froilán Peralta. Tras su dimisión, varios decanos siguieron el mismo camino. El cuestionado rector había asumido el cargo el 27 de mayo del 2014, con el apoyo del resistido senador Juan Carlos Galaverna, vicepresidente de la ANR.
El 8 de setiembre surgen las primeras denuncias periodísticas que evidencian graves hechos de corrupción cometidos en el Rectorado, especialmente en la contratación y asignación de rubros. Tatiana Cogliolo, una maestra parvularia, fungía de secretaria privada del rector, con un salario de G. 12.600.000. La misma está asignada además como profesora de dos cátedras de la Facultad de Veterinaria. El 10 de setiembre trasciende que Tatiana Cogliolo no sería la única beneficiada con la asignación irregular.
El 16 de setiembre los fiscales Martín Cabrera y Josefina Aghemo allanan las oficinas de la Facultad de Veterinaria y del Rectorado. Paralelamente, alumnos de la Facultad de Ciencias Agrarias inician una campaña denominada “UNA no te calles”. Al día siguiente se inician las movilizaciones por las calles internas del campus en San Lorenzo.
El 22 de setiembre los estudiantes de varias carreras sitian el Rectorado e impiden la entrada y salida de funcionarios. Dentro de la institución, desde las 9:00 se reúne el Consejo Superior Universitario que en esos momentos aguardaba la renuncia de Peralta, pero este solo pidió permiso.
Ya el 24 de setiembre, jóvenes que realizaban la vigilia detectan movimientos raros en la oficina del Rectorado cerca de las 21:00. Posteriormente se descubre que la jefa de Recursos Humanos, María del Carmen Martínez, salía en una camioneta de una empresa de seguridad, con documentos en mano.
Al día siguiente, el Ministerio Público imputa a Peralta y ordena su captura por las denuncias de corrupción en su contra. A las 15:30 se presenta a la fiscalía y al mismo tiempo renuncia al cargo. El fiscal Martín Cabrera dispone que el exrector permanezca detenido en una dependencia policial. Dos días después pasa a Tacumbú.