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Su trabajo se inicia el 27 de noviembre con la preparación del anda que llevará la imagen que es traída en procesión desde Tupãsy Ykua el 28 de noviembre, día del inicio del novenario. Luego se encarga de preparar los jarrones y todos los arreglos de flores de diferentes variedades que son colocados dentro y fuera del santuario.
Doña Nidia expresa que realiza este trabajo como un apostolado en agradecimiento a todas las bendiciones de la Virgen a ella y a su familia.
“Jamás podré agradecerle a la Virgencita todo lo que ella ha hecho por nosotros, todo esto es poco, en comparación a lo que nos brindó y nos sigue dando”, señaló visiblemente emocionada.
No quiso hablar del costo de las flores, que en su mayoría son orquídeas, lirios, rosas y claveles. “Eso no importa –mencionó–, es por amor y nada más”.
En ese sentido, adelantó que Teti de Llano le está ayudando para preparar el pedestal de la imagen, que en este año fue revestida de unos diez mil frutos de coco que fueron pegados en forma artesanal de uno en uno, en un trabajo que duró varios días.
En la parte superior se colocarán flores de coco que caerán en racimos, despidiendo una agradable fragancia. El anda será adornada con unos 40 ramos de orquídeas amarillas y orquídeas mariposa, además de ramas de mirto.
Todo este trabajo se realizará hoy, para que mañana la imagen de la virgencita, luzca sus mejores galas para recibir a sus devotos que vienen a visitarla.
Las flores son adquiridas de diferentes puntos del país. Así por ejemplo las rosas, mirtos y crisantemos se consiguen en la compañía Cabañas de Caacupé, las orquídeas y otras se compran en la capital.