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A la vez instaron a los terroristas a desmovilizarse e iniciar un diálogo. Culparon a los extranjeros por la crisis en el norte.
Epifanio Jara, de 78 años, recibió ayer a la prensa en la casa de su hija Zunilda Jara de Ojeda, en el asentamiento Núcleo 4 de la localidad de Arroyito, en el distrito de Horqueta.
Dijo sentirse cada vez más enfermo, especialmente después de enterarse de los últimos operativos ejecutados por la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) contra la célula del EPP Agrupación Campesina Armada (ACA), que dirigen sus hijos Albino y Alfredo Jara Larrea.
Don Epifanio, sin embargo, reveló que hace dos años echó de su casa a los dos hermanos, luego de que estos le confirmaran que se habían enrolado al EPP.
“Ya no me molesten más. Ya no vengan junto a mí. Ustedes sabrán qué hacer, ya crecieron todo”, supuestamente le dijo Epifanio Jara a Albino y a Alfredo la última vez que estos fueron a visitarlo en la antigua casa familiar del asentamiento Núcleo 6.
Al ser consultado si es consciente de que sus hijos pueden morir en otro operativo de la FTC, don Epifanio, resignado, respondió que sí, pero que tampoco puede remediar la situación.
Por otro lado, la señora Zunilda, hermana mayor de los Jara Larrea, declaró que “lo que quiero pedirle al Presidente de la República es que si puede amansar a esa gente (refiriéndose a los miembros de la ACA), porque con balas ya no vamos a solucionar todo lo que sucede en el país”, según manifestó en un cerrado guaraní, al igual que su padre Epifanio Jara.
La mujer reveló también que las versiones que llegaron a la familia sugieren que al menos uno de sus hermanos ya habría muerto, precisamente en el ataque aéreo ejercido por la FTC.
Pero acotó que, si es que sus dos hermanos aún siguen con vida, deberían entregarse y el Gobierno, por su parte, articular los mecanismos necesarios para iniciar un diálogo con los terroristas. “No queda bien que en nuestro país nos estemos peleando entre paraguayos. Pero esto ocurre por culpa de los extranjeros”, alegó.
En tanto que Gerardo Ojeda, padre de Marcos Ramón Ojeda Jiménez (20), abatido hace cuatro días, culpó a los militares de que su hijo se haya unido a la ACA.
Explicó que cuando “Marquitos” cumplía el servicio militar en la 4° División de Infantería de Concepción, sus propios superiores “lo hicieron epepista” al expulsarlo de dicha unidad.
El criminal ahora eliminado había sido expulsado del cuartel luego de que se detectaran fluidos contactos con los Jara Larrea.