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CAACUPÉ (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). El obispo de Caacupé y presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), monseñor Claudio Giménez, indicó que el papa Francisco manifestó que se interiorizó sobre el proceso de beatificación de María Felicia Guggiari, “Chiquitunga”, candidata a ser la primera santa paraguaya. Fue durante un almuerzo que compartió con los pastores de la Iglesia Católica de Paraguay en la Nunciatura, el 12 de julio.
Ante la insistencia de Mons. Claudio Giménez, quien ya le había realizado el pedido en forma pública durante la celebración en la Basílica de Caacupé, el Sumo Pontífice señaló que “iba a preguntar al cardenal encargado de las canonizaciones en qué punto está el caso”, indicó el obispo.
Lo que faltaría es lograr que unos seis médicos confirmen un milagro, que es uno de los requisitos fundamentales para elevar a los altares a una persona. Son ocho los galenos que deben verificar y comprobar el milagro, de los cuales dos emitieron una opinión positiva, precisó.
El caso analizado corresponde a un niño que había nacido sin signos de vida en San Pedro. Los médicos intentaron reanimarlo por varios minutos de forma infructuosa y una enfermera que estaba en la sala encomendó al pequeño a la hoy Venerable Chiquitunga para que pueda salvar su vida. Milagrosamente, después de largos minutos, el bebé revivió y se recuperó completamente sin ninguna secuela. Actualmente tiene 11 años de edad, indicó.
Este caso fue llevado a Roma con el testimonio de todos los médicos y enfermeras intervinientes, además de los testigos del hecho.
La Iglesia Católica tiene diferentes formas de resaltar a figuras que han dejado un testimonio de vida, dependiendo de los milagros y el fervor popular. El primer nivel es ser declarado “Siervo de Dios”, personas especiales que han vivido la fe católica de una manera diferente. Luego está la figura de “venerable” –que es la que actualmente tiene “Chiquitunga”–, que son los que han vivido a plenitud las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad.
Luego viene la beatificación (que permite venerar a la persona en público), para llegar finalmente a la santificación y ser elevado a los altares, explicó.
Por otro lado, la diócesis de Carapeguá también procura la elevación a santo del padre Julio César Duarte Ortellado. El año pasado fue declarado siervo de Dios.
Mons. Joaquín Robledo dijo que el proceso está encaminado en la Santa Sede.