Escuchó el dictado del corazón

“Es una bendición, una alegría porque nos bendijo a todos. Que Dios escuche sus oraciones y nos salve a todos”, dijo emocionada Snezhana Cornet, la única mujer originaria de Macedonia que reside en nuestro país desde hace cuatro años.

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Ella pertenece a la Iglesia Ortodoxa de Macedonia, pero como en Paraguay no tiene comunidad, concurre a la Iglesia Ortodoxa Rusa de Asunción como miembro y se ha integrado al coro.

Lo más emocionante para ella fue que el patriarca haya dicho que escuchó el dictado de su corazón y eligió a Paraguay para esta gira pastoral. “Como extranjera puedo decir que él mostró para mí personalmente que su corazón pudo sentir esa hospitalidad y amabilidad paraguaya también, la misma que sintieron los rusos cuando vinieron a estas tierras”, destacó.

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