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Posteriormente, un grupo de 20 empleados fue hasta el bloque de internados, donde los estudiantes ubicaron sus carteles de protesta y comenzaron a arrancarlos. Esto motivó el enojo de los estudiantes de Medicina que reclamaron el accionar a los sindicalistas. La discusión subió de tono y comenzaron los empujones. Los líderes estudiantiles intentaron calmar los ánimos, además organizaron una cadena humana para proteger los afiches. Luego de varios minutos, los funcionarios se retiraron ante la llegada de más estudiantes.
Los alumnos reconocieron que pidieron a Corbeta que destituya a los directores que había designado el exdecano Aníbal Peris, pero negaron la supuesta exigencia de despido de funcionarios.