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Miguel Ángel Carballo, dueño de un taller mecánico en Asunción, cobra G. 280.000 por pulir dos líneas de rayaduras a ambos costados de un vehículo... y lo deja impecable.
Pero en el rubro prestamista hizo firmar un contrato que exige 2,8 de tasa nominal mensual (EN DÓLARES), lo que trepa a 33,6% de interés anual. Como ejemplo, el Banco Central del Paraguay estableció en agosto de este año que las tasas para préstamos en moneda extranjera no pueden superar el 16,76%. Esto significa que el señor Carballo y su abogado Francisco Segura –abogado también del senador Víctor Bogado– cobran un galopante interés usurario que duplica lo legal permitido.
Si a esta tasa nominal que cobra don Carballo se le suman los otros 2,8% de interés moratorio más el 0,50% de interés punitivo que también establecieron por contrato, los préstamos que están operando superan todos los límites legales tolerables por el sistema financiero. Sumando a la tasa nominal las cifras moratorias y punitivas, el índice sube a 73,2% anual EN DÓLARES.
Entregaron en dólares y en efectivo
El 8 de julio del 2014 y en la escribanía de Úrsula Bareiro –la misma escribana que aparece en otras transacciones– quedó certificado que concurrieron a firmar un contrato el mecánico Miguel Ángel Carballo Gómez y dos deudores en su calidad de esposos. Ese día, tras la firma del contrato, les entregaron 300.000 dólares en efectivo, constante y sonante. A cambio, marido y mujer tuvieron que entregar tres cheques diferidos: uno de 150.000 dólares y dos por valor de 100.000 dólares cada uno. Más de dos años después la suma se ha duplicado y el abogado Francisco Segura Riveiro –asesor jurídico de Víctor Bogado– demanda por más de G. 2.200.000.000. Cuando consultamos a Carballo sobre este préstamo otorgado, desmintió haber dado ningún préstamo a ninguna persona. Y sobre el abogado dijo que no lo conocía, que le sonaba más o menos. El abogado –en cambio– dijo que son amigos desde hace 20 años.
mabel@abc.com.py
Gustavo Machado y fotos del Facebook