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ENCARNACIÓN (Pedro Gómez Silgueira, David Quiroga y Emilio Riquelme, enviados especiales).Las delegaciones fueron pasando con sus banderas, trajes típicos, música y danza. Estaban integradas por niños, jóvenes y adultos mayores que quisieron unirse a esta verdadera fiesta de diversidad cultural.
Los primeros en aparecer con su arte fueron los mbya guaraní y maka, con música y danza cargadas de simbolismo. Seguidamente se presentaron los españoles, momento en que recordaron el aporte de los hispanos, empezando por los jesuitas, entre quienes se encontraba el fundador de la ciudad Roque González, hijo de un conquistador español que formó parte de la expedición de Don Pedro de Mendoza.
Luego apareció la delegación paraguaya con los colores patrios y trajes de ñandutí al son de “Bravo Paraguay”. También hicieron vibrar al público con la emblemática canción “Itapúa Poty”.
Los alemanes fueron los que prosiguieron y deleitaron con sus animadas danzas tradicionales y trajes. Después ingresaron los italianos, con damas que lucían vestimentas despampanantes, seguidos de la reina en un automóvil Ferrari. Estaba escoltada por un grupo de motociclistas que conducían motos Vespa de diversas épocas y de colección.
Enseguida, tenores hicieron vibrar al público con arias de óperas y música de Andrea Bocelli.
El esplendor siguió con los francófonos que representaban a Francia, Bélgica, Suiza y Canadá, así como los que representaron a Líbano, Ucrania, Polonia, República Checa y Japón.
Asimismo, participaron delegaciones con los colores de las banderas de Argentina, Brasil, Corea, Taiwán, Chile y Estados Unidos.
Hubo un cierre con delicias y sabores típicos de todos los países participantes.
Despliegue
La colectividad ucraniana fue la más numerosa y prácticamente “invadió” el Centro Cívico Municipal de Encarnación, también conocido como “Sambódromo”, con sus llamativos trajes y un despliegue excepcional de danzas. La citada es una de las comunidades más activas de Itapúa, desde su llegada a la región en los años 1930.
El padre Anatoly, de la iglesia ortodoxa del Patriarcado de Kiev (la mayor ciudad de Ucrania), manifestó su satisfacción por el éxito y la respuesta de la colectividad, que casi llenó el Sambódromo.
La danza que interpretaron los jóvenes ucranianos transmite fuerza y espiritualidad contagiantes y se llama “hopak”.
La colectividad que siguió en el desfile fue la de los japoneses, con su danza, música y artes. Es una de las más grandes comunidades en Itapúa.
Argentina se lució con diversas interpretaciones de músicas y danzas tradicionales de la región vecina de Misiones.
Los brasileños ingresaron posteriormente con sus pasos y aires de carnaval, con trajes brillantes y llenos de color al ritmo de samba y salsa.