Cargando...
Ellos suponen que serían vehículos de procedencia europea, en su mayoría y que no pueden determinar si se trata de robados o de contrabando. “En la oficina de Curuguaty es donde más se estuvo ingresando”.
“Tenemos todos los datos de los notarios que intervinieron, en el primer caso, y con el que cayeron los demás ya sabemos cuál es la notaría, es una de Ciudad del Este”, explicó Ortiz, quien admitió que el apellido ya investigado es el de Mayeregger. Los ilícitos, si bien ya se descubrieron 45 días atrás, fueron reportados solamente a la Oficina de Quejas y Denuncias de la Superintendencia de la Corte. Esta intervino la oficina de Curuguaty y sumarió a nueve funcionarios.
Negligencia, desprolijidad o algo más grave, lo cierto es que las autoridades del Registro no denunciaron el hecho a la Fiscalía. Recién lo hizo la Corte Suprema el miércoles pasado luego de que nuestro diario llamara a preguntar sobre denuncias.
Falsifican o adulteran
Los certificados de nacionalización son únicos, intransferibles e irrepetibles. Legalmente, cada rodado que circule en el país debe tener el suyo donde se consigna la importación, el origen; los números de chasis, motor, color, modelo, año de fabricación.
El documento –idéntico al que puede ser visto en esta página– es el que se ha estado adulterando o falsificando. Es una hoja de seguridad emitida por Contraloría de Aduanas donde constan varios datos con refuerzos de seguridad que incluyen stickers, código alfanumérico de seguridad y hasta número de sticker. Va firmado por el jefe del Departamento de Contraloría de Aduanas y un auxiliar. El original queda en Escribanía, un duplicado es para el dueño del vehículo, otro para la Contraloría de Aduanas y uno último queda para el Registro del Automotor.
Cada certificado de nacionalización tiene un número. Este es el documento que han estado violando para inscribir vehículos “mau”.