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Abril de 2007. Juan Ángel Napout llevaba apenas algunas semanas como presidente de la APF, cuando el 18 de ese mes era inscripta en los registros públicos panameños la empresa Ciffart Sport SA.
La empresa fue creada por Mossack Fonseca luego de que Karina Sosa, funcionaria del estudio jurídico uruguayo Marquez Villalba & Asociados, hiciera el pedido a la oficina uruguaya de la firma panameña.
Como primeros directores de Ciffart fueron registrados los panameños Carmen Wong, George Allen, Yvette Rogers, Jacqueline Alexander y Verna de Nelson, todos ellos funcionarios de Mossack Fonseca. Tenía un capital de apenas US$ 10.000, el mínimo legal establecido por la legislación panameña y sus verdaderos accionistas no están mencionados en la documentación. Todas las acciones fueron emitidas al portador.
No sería sino hasta mediados del año pasado que se revelaría que el verdadero propietario de Ciffart Sport SA era el Grupo Vierci, conglomerado de medios pertenecientes al empresario paraguayo Antonio Juan Bautista Vierci.
De acuerdo a declaraciones de los propios directivos del Grupo Vierci, Ciffart Sport forma parte de los negocios de TV Acción SA (Telefuturo y Radio Monumental).
Beneficiada enseguida
A solo dos meses de haber sido creada, en junio de 2007, Ciffart Sport SA conseguía hacerse con los derechos de televisación de todos los partidos de la selección paraguaya de fútbol en las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Sudáfrica 2010.
Hasta la aparición de Ciffart, los derechos de televisación de los partidos de la Albirroja eran manejados por TRAFFIC (N. de la R.: Ciffart es Traffic al revés), cuyo dueño, el empresario brasileño José Hawilla, confesó haber pagado millonarios sobornos a dirigentes de la FIFA.
Llamativamente, una empresa con un capital declarado de apenas US$ 10.000 realizó una oferta de casi US$ 6.000.000 para obtener estos derechos. Cuatro años más tarde, en 2011, la firma habría pagado unos US$ 20 millones por los derechos de televisación de los partidos de la Copa América a nivel local.
Aparece Pablo Troche
En setiembre de 2010, Santiago Díaz, funcionario de Marquez Villalba & Asociados, estudio jurídico que había realizado las gestiones con Mossack Fonseca para crear Ciffart, solicitaba a los panameños la emisión de un poder a favor de Pablo Troche Robbiani, asesor de la empresa TV Acción SA (Telefuturo).
En el correo electrónico, pidieron un certificado en el que se exprese que el poder había sido emitido ya el 5 de junio de 2007 y que aún se encontraba vigente. Troche Robbiani fue quien firmó por Ciffart el último contrato con la APF, en mayo de 2015.
Fuga tras críticas
Las críticas a Ciffart comenzaron a hacerse más fuertes en junio de 2015, luego de que se destapara el escándalo de corrupción conocido como FIFA-Gate y porque a menos de dos días del inicio de la Copa América de Chile cayeron las negociaciones con las radios paraguayas para la transmisión del torneo.
En principio, se mencionó que las emisoras debían abonar un canon de 10.000 dólares a Ciffart; en un giro sorprendente, días después la empresa dijo no tener autorización para comercializar esos derechos. Las radios paraguayas fueron autorizadas a tomar gratis la señal.
Documentos revisados por nuestro diario en el marco de los “Papeles de Panamá” demuestran que Mossack Fonseca renunció a seguir representando a Ciffart tras la polémica desatada.
Derechos hasta 2018
Fuentes de la APF y copias de documentos a las que tuvo acceso ABC Color revelan que Ciffart Sport tiene asegurados los derechos de televisación de los partidos de la Albirroja hasta octubre de 2018.
Los derechos fueron asegurados con la firma de una adenda en mayo del año pasado. Por los derechos correspondientes a las eliminatorias para el Mundial de Rusia la empresa del Grupo Vierci se comprometió a pagar US$ 9.380.000, pagaderos en 46 cuotas mensuales de US$ 200.000, más un pago final de 180.000 de la moneda americana.