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FERNANDO DE LA MORA. Los malos ratos por no poder conseguir turno para consultas y estudios médicos son de nunca acabar en la clínica periférica del IPS, Ingavi. Desde hace décadas las sucesivas autoridades vienen prometiendo la ampliación de la clínica, que se encuentra en una estratégica ubicación.
Al sitio concurren asegurados que viven en los distritos ubicados sobre las rutas 1 y 2, respectivamente, así como del sector de Acceso Sur. También recibe a pacientes de otros puntos del país.
Las obras de construcción y provisión de equipos para el hospital Ingavi, actualmente paradas, fueron adjudicadas al Consorcio Hospitalario, representado por Julio Mendoza, por más de G. 264.300 millones, y el plazo de ejecución es de 36 meses. El inicio de la obra data de abril de 2013, en un predio de 53.135,75 m2, y se prevé que disponga de todos los servicios médicos, con capacidad para 258 camas de internación.
El patio del hospital se encuentra sucio, con potenciales criaderos del mosquito Aedes aegypti, que podrían transmitir el dengue y la chikunguña a los pacientes. Además, se observan puertas en mal estado, algunos vidrios de abertura rotos.
Los casos urgentes que requieren internación deben ser trasladados al Hospital Central, que también está abarrotado.
Un equipo de la Dirección del Área Central está interinando la dirección, ya que el Dr. Jorge Giubi se encuentra de vacaciones. Al respecto, Isaac Rojas dijo que la intención es introducir las mejoraras en la infraestructura actual, con pintura, limpieza, iluminación, que funcionen 100 por ciento los acondicionadores de aire. También se está controlando el horario de los médicos y otros funcionarios, indicó.
Dijo que esta tarea ya la hicieron en las clínicas 12 de Junio, Nanawa y otras, de las 19 que dependen de dicha dirección, a cargo del Dr. Fernando Bittinger.
“Muchas veces los problemas superan la capacidad de reacción; entonces, nuestra misión es ayudarles y, además, de afuera muchas veces se ven mejor las cosas”, dijo.
Añadió que sobre las obras paralizadas tenemos que consultar con la Dirección de Infraestructura, a cargo del licenciado Rubén Irala.
Tras nuestra insistente llamada, Irala preguntó por mensaje de texto quién era el que llamaba. Le respondimos y pedimos nos devuelva la llamada, pero esto no ocurrió, y cuando volvimos a llamar, ya tenía el teléfono móvil apagado.
En tanto, el doctor Fernando Bittinger lo llamó y dijo que se encuentra enfermo, pero que pudo averiguar que la edificación está en proceso de ajustes del proyecto para la continuidad de las obras.
omar.acosta@abc.com.py antonia@abc.com.py