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Algo de cholulo debe tener Carlos Rubén Sánchez Garcete, alias Chicharõ. No teme a las fotos con narcopilotos prófugos y tampoco lo asustó postularse a diputado suplente pese a la exposición pública que ello conllevaba. Habrá calculado los contras de quedar expuesto versus los privilegios de los fueros y la solidaridad corporativa parlamentaria.
Habrá contado –además– con las férreas defensas que de él hacen sus voceros, el diputado colorado Marcial Lezcano, número uno de su lista durante la campaña electoral, y el diputado colorado Freddy Tadeo D’Ecclesiis, quien ha usufructuado su casa y su vehículo mientras él estuvo preso.
Lo preocupante es que si el colorado Marcial Lezcano se candidatara a intendente de Pedro Juan Caballero (como ya postuló la vez anterior), es probable que Chicharõ sea en los próximos meses diputado de la República del Paraguay.
Con narcopilotos
Chicharõ apareció este año en una foto que no llamaría la atención si no fuera porque los dos con quienes luce una espléndida sonrisa son pilotos de narcoavionetas. Carlos Mendieta Ortiz era el piloto de un aeroplano que cayó y chocó contra una camioneta estacionada en El Bobadal, provincia de Santiago del Estero (Argentina). Llevaba a bordo 354 kilos de marihuana que estaban distribuidas en ladrillos de casi un kilo cuando cayó en territorio argentino el 22 de setiembre de 2012.
Casi dos años después, el 26 de setiembre último, Mendieta Ortiz fue condenado a 5 años de prisión, pero terminará libre en 6 meses más por Ley de Migración argentina. El narcopiloto está en prisión argentina hace más de dos años.
El otro “amigo” narcopiloto que aparece en la foto con el diputado suplente Chicharõ es Ramón Donato Mendoza, un exteniente de la Fuerza Aérea Paraguaya. El hombre cayó en uno de los últimos operativos de la Senad, concretamente, en el operativo “Halcón V”, donde incautaron más de 500 kilos de cocaína.
La avioneta pilotada por Mendoza venía de Bolivia lista para hacer un descenso en Karapã’i, departamento de Amambay, cuando fueron interceptados. El piloto bajó parte de la carga que fue subida a camionetas pero, al verse descubierto, Mendoza volvió a despegar y huyó hasta el aeropuerto de Pedro Juan Caballero, de donde se fugó finalmente con el resto de la carga.
Todo indica que las avionetas que rodean al diputado suplente Carlos Rubén Sánchez, alias Chicharõ, siempre tienen malos aterrizajes. El 22 de julio de este año una de ellas mató a dos mujeres y un niño; la avioneta llevaba a bordo sacos de presunta droga que fueron rápidamente evacuados. Chicharõ luego dio la cara ante la familia de los muertos y los convocó a Tacumbú para prometer indemnización. También fue un 22, pero de setiembre de 2012, cuando en un mal aterrizaje chocaron a una camioneta en la Argentina. El que pilotaba está ahora preso y condenado... pero antes hicieron una sonriente foto para la posteridad.