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“Se trabajó bien en la parte política, se instaló el término masacre y también el lema, qué pasó en Curuguaty, se hizo la propaganda. Por ese lado estuvo bien políticamente, pero la defensa jurídica fue pésima y la actuación de los defensores lo corrobora. Los campesinos tuvieron una pésima defensa. Sacaron a dos profesionales de primera como Guillermo Ferreiro y Rodolfo Aseretto, para meter a unos abogados que entraron a chicanear y lo hicieron durante todo el juicio. Estuvieron a los gritos y empujones y eso demuestra la catadura de ellos y que son unos renegados de la profesión”, sentenció Granada Salaverry.
“Si queremos mantener un Estado de derecho, tenemos que respetar las reglas del juego y si el Código Penal dice que se castigan algunas conductas como hechos punibles y alguien comete estos hechos punibles, deben ser sometidos a la justicia”, apuntó el profesional del Derecho.