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La situación de algunas escuelas de los departamentos de Paraguarí y Guairá es crítica. Entre los 17 municipios del noveno departamento se distribuyeron un total de 12.908.182.081 en el 2013, mientras que las 18 comunas del cuarto departamento obtuvieron G. 12.728.832.844. Del monto total, la mitad debió utilizarse para mejoramiento, construcción y ampliación de infraestructura escolar; sin embargo, a pocos días de iniciar el año lectivo, los trabajos aún no comenzaron.
Tres comunas de Paraguarí no ejecutaron obras, al igual que otras cuatro municipalidades del Guairá, según datos oficiales del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
Los montos desembolsados a los municipios son significativos y aun así los resultados de la ejecución no están a la vista, pues escuelas y colegios continúan en estados deplorables en el interior del país.
Las clases comenzarán oficialmente el 24 de febrero, de acuerdo con el calendario establecido por la cartera de Educación. En muchos casos, la realidad es muy dura. Pues en pleno 2014, niños y adolescentes solo disponen de letrinas en sus escuelitas. A esto se suma la carencia de servicio de agua potable.
El control de la ejecución de los rubros de Fonacide se dificulta, ya que las responsabilidades están dispersas. Si bien el MEC es la institución encargada de supervisar y fiscalizar las obras, no tiene el control sobre los fondos, pues son los municipios y las gobernaciones los que reciben los desembolsos desde el Ministerio de Hacienda y definen las intervenciones. La Contraloría también tiene parte de responsabilidad. Sin embargo, algunos intendentes en concordancia con sus concejales –cuyos nombres no dieron a conocer– se han negado a presentar rendición de cuentas.
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