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La mortal emboscada ocurrió ayer a las 13:54, sobre la calle Coronel Manuel José Montiel, que es la continuación del nuevo tramo de la avenida Costanera. Sucedió 500 metros después de la segunda rotonda sobre la Bahía de Asunción y 850 metros antes de alcanzar la avenida Artigas.
El convoy atacado era encabezado por la patrullera M10 de la comisaría 1ª de Asunción, al mando justamente del subjefe de esta unidad, el comisario Félix Ferrari. Atrás circulaba el móvil de la penitenciaría regional de Emboscada, con nueve presos a bordo, y luego otras dos patrulleras, una también de la comisaria 1ª y otra de la Policía Urbana.
Los criminales iniciaron el rescate con una camioneta Toyota Fortuner blanca, con la cual chocaron de frente contra la primera patrullera, que a su vez se despistó y quedó neutralizada.
Después, aparecieron otros tres vehículos, una camioneta Land Rover Evoque blanca, una Toyota Fortuner negra y un coche Toyota Axio gris.
De estos últimos vehículos bajaron al menos ocho hombres equipados con chalecos tácticos, pasamontañas y fusiles AK-47, M16 y AR-15.
Los criminales abrieron el móvil penitenciario y se llevaron a Samura. Los otros ocho presos, en cambio, permanecieron adentro.
En cuestión se segundos, el grupo comando se alejó de nuevo del sitio en la Land Rover blanca, la Fortuner negra y el Axio gris.
La Fortuner blanca que había chocado contra la patrullera quedó abandonada en la escena y dentro de ella se encontraron varios uniformes camuflados y distintivos de la Senad.
Los criminales se desplazaron 150 metros, hasta frente a la estación de la ANDE, donde hicieron trasbordo a una camioneta Nissan Frontier, a una camioneta Chevrolet S10 y a dos Toyota Voxy. Antes de huir, los maleantes quemaron los tres rodados en los que habían escapado tras rescatar a su líder.
Momentos después de la balacera, llegaron el lugar del ataque otros policías de la comisaría 12ª que estaban esperando sobre la avenida Artigas para hacer el relevo de la custodia del móvil penitenciario. Los efectivos de esta unidad hallaron prácticamente muerto al comisaría Félix Ferrari, dentro de su móvil, ya que había acusado un tiro de fusil en la espalda.
Dos guardiacárceles quedaron demorados porque habrían filtrado los datos para la emboscada fatal.