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Su abuelo paterno fue inmigrante suizo, de profesión mecánico de aviación, y su abuelo materno fue un destacado médico militar. María Cristina Vouga Montiel se recibió en la Universidad Nacional de Asunción y luego obtuvo una beca para la Universidad de Berna-Suiza (1995). Allá comenzó haciendo una investigación sobre trasplante estereotáxico de células madres en la enfermedad de Parkinson (material que fue publicado en la revista americana Brain Ress Bull-1996) “Mientras perfeccionaba el idioma alemán, asistía al departamento de neurorradiología, especialmente neurorradiología intervencionista y neurocirugía. Al año siguiente, volví a Paraguay, pero con la decisión de radicarme en Suiza y realizar la especialización en neurología”. Elegir neurorrehabilitación fue para María Cristina una inspiración que nació tras vivir las guardias de urgencias en Asunción, “poco y nada podíamos hacer por los casos neurológicos. La neurología es una especialidad que se necesita en nuestro país. Mi meta es volver definitivamente y transmitir las experiencias y conocimientos adquiridos en el extranjero”. La doctora explica a grandes rasgos, “la neurología está basada en la atención de los pacientes, un proceso donde los acompañamos desde su ingreso a urgencias hasta que vuelvan a caminar, hablar y recuperar sus habilidades cognitivas; hacemos los estudios correspondientes buscando la causa u origen que los llevó a estar temporalmente inhábiles; trabajamos activamente en la prevención y el tratamiento de las complicaciones que puedan ir surgiendo en el proceso evolutivo”.
–¿Qué ofrece la salud pública en Suiza?
–Aquí la población tiene acceso a todas las clínicas y hospitales, el seguro médico es obligatorio y subvencionado por el gobierno. Cualquier paciente puede recurrir al centro de salud más cercano y acceder a todos los servicios sin limitaciones. También se cuenta con el apoyo de fundaciones, pero a diferencia de nuestro país, no pertenecen a un grupo x de personas. Todas las instituciones están bien equipadas y cuentan con especialistas, se derivan pacientes a los hospitales universitarios únicamente en caso de necesitarse un tratamiento de alta complejidad, como trasplantes cardíacos o neurorradiología intervencionista. Atendemos todas las edades y especialidades.
Medicina avanzada
“Lo bueno de trabajar aquí es concentrarse en un solo centro 100% y poder acceder ilimitadamente a toda la tecnología de medios auxiliares del diagnóstico y tratamiento. En nuestro país, los colegas son brillantes, especialistas de primera, pero en muchos casos no pueden acceder a la infraestructura adecuada o sufren restricciones económicas. Por otro lado, tropiezan con el inconveniente de la distancia, y ese tiempo perdido en el traslado del enfermo dificulta el inicio del tratamiento, por ende, en algunos casos, afecta el resultado.
–¿Qué caso especial recuerda?
–Hace 4 semanas, un paciente de 93 años con una hemorragia cerebral. Volvió a su casa por sus propios medios, después de haber recuperado sus facultades mentales y motóricas.
–¿En qué ha avanzado la neurología?
–Avanzó a pasos agigantados en muchos campos, especialmente en los accidentes cerebrovasculares, esclerosis múltiple, epilepsia, párkinson y seguirá avanzando mucho más, hay medicamentos en estudio en laboratorios para el alzhéimer y en las miopatías, por citar ejemplos.
–Conoce nuestra dura realidad, pero nos comenta que quiere volver.
–A mediano y largo plazo, tengo pensado seguir trabajando en ambos países, adquirir más conocimiento en Europa, seguir actualizándome y transmitir eso a mis colegas paraguayos. Familiarmente, en el tiempo de radicación en Asunción, acompañar de cerca a mi madre y hermanos, que son lo más valioso que me dio la vida.
–A nivel de salud pública, ¿qué desea para el Paraguay?
–El gran anhelo que tengo para mi querido país es que se descentralicen las urgencias, que se cuente con especialistas en todos los departamentos, para evitar que un enfermo con diagnóstico complicado y que requiera un tratamiento de alta complejidad, deba ser trasladado únicamente a la capital. Que la medicina moderna esté al alcance de todos, especialmente la terapia intensiva. Que se trabaje con más énfasis en la medicina preventiva. Ojalá pueda trabajar para la salud pública de nuestro país, y de esa forma retribuir en algo lo que me dio el Estado, una profesión. Científica y humana.
María Cristina, formada con la exigencia profesional suiza, se muestra paralelamente sensible ante las situaciones difíciles por las que atraviesan sus pacientes. En su tiempo libre le gusta ir al teatro, leer, escuchar música, viajar o compartir con amigos. El ser mujer no ha hecho diferencia en su carrera, “aquí lo que cuenta es la capacidad y nada más”, finaliza.
lperalta@abc.com.py