Cargando...
El director interino del Mercado de Abasto, Alex Duré, cedió parte del espacio verde que da al estacionamiento de vehículos de los funcionarios, cerca del tanque de agua, frente a las oficinas administrativas.
Para vender el espacio libre no tenía el aval de la Junta Municipal de Asunción, así como exige la Ordenanza 89/98.
Nadie de la administración proporcionó datos del beneficiado ni el monto percibido por la transacción comercial porque estaban muy ocupados. Algunos funcionarios se negaron directamente “porque no contaban con el permiso” del director. Uno de los funcionarios, inclusive, argumentó que “el diario les persigue” y que las informaciones que dan, luego salen publicadas con “cabeza, brazos y piernas”. Es decir distorsionadas.
Pedro Closa, director administrativo del Abasto, ignoró nuestra consulta así como Dania Bogado, jefa de Operaciones.
Víctor Otilio Sánchez, quien ocupó la dirección del Abasto desde la asunción de Mario Ferreiro en 2015, vendió varios espacios. Fue destituido en octubre del año pasado tras una serie de denuncias de corrupción.
El intendente ni bien lo separó del cargo anunció una investigación de los casos denunciados. Pero nunca se supo qué resultado arrojó.
El mercado contaba anteriormente con amplios espacios verdes, libres. Cada administración los fue loteando. Una parte de la plata iba a la caja del mercado y otra, al bolsillo de los administradores. En los pasillos se habla de pagos de G. 50 millones y G. 100 millones dependiendo de la zona comercializada.
El Abasto es un antro de corrupción que comienza en los mismos portones, según fuentes cercanas a la administración. Es un mercado donde se pueden comprar, además de alimentos, drogas, sexo y juegos de azar clandestinos.