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En varios sectores de los bañados aún no se percibe la labor de los 14 minirrecolectores, presentados semanas atrás por la Comuna capitalina. El objetivo de estos nuevos camiones de menor porte es ingresar a calles angostas y callejones para realizar el retiro de los desechos domiciliarios, según había destacado el propio intendente Arnaldo Samaniego. Sin embargo, los resultados aún no se ven.
La nueva flota costó al Municipio G. 5.600 millones, pues cada camión, con capacidad para transportar 5.000 kilos de basura, costó G. 400 millones.
En un recorrido por los callejones del barrio Ricardo Brugada se pudieron constatar montículos de basura en varios callejones.
Otro aspecto notado, concretamente a lo largo de Florencio Villamayor, es que solo existe un contenedor sobre el puente del cauce Antequera. Este contenedor estaba repleto ayer, alrededor de las 09:00.
Según contaron los lugareños, el recipiente se llena muy rápido y rebosa de basura. Se debe a la gran cantidad de habitantes que llevan sus desperdicios hasta ese lugar.
Es por eso que los desechos caen al cauce, a través del cual se escurren para terminar en la zona de la avenida Costanera y posteriormente en la bahía de Asunción.
Según había dicho el abogado Julio Samaniego, director municipal de Gestión Ambiental, la contaminación de la bahía se debía a “la inconciencia de la gente”.