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Vecinos del barrio Zeballos Cue exigen la construcción de veredas a lo largo de la transitada calle Carlos Bóveda, por donde a diario circulan cientos de automóviles y camiones de gran porte, además de otros tantos escolares, estudiantes y vecinos de la zona, incluidos adultos mayores y embarazadas. Ante la falta del complemento vial, los traseúntes se ven obligados a caminar a un lado de la calzada, con el riesgo de ser arrollados.
Los pobladores del barrio Salvador del Mundo también hicieron notar el déficit que presentan en cuanto a veredas varios tramos de la avenida Aviadores de Chaco. Dijeron que en algunos sectores, en vez de aceras, existen pozos. Una gran porción de vereda falta en un tramo de la mencionada avenida, entre Remberto Giménez (ex Perinciolo Merlo) y Santísima Trinidad. Además, un matorral cubre una abertura que también resulta profunda, por lo que el temor es que en horas de la tardecita-noche, los transeúntes no perciban el agujero y caigan en él.
La ordenanza municipal 217/12 reglamenta la construcción y uso de veredas. Esos espacios entre las viviendas y las calzadas, llamadas aceras, son para el “desplazamiento exclusivo de los peatones”, según la propia normativa, aunque en muchos casos también son utilizadas por motociclistas como “camino alternativo”. La ordenanza señala en su Art. 19 que “las veredas tienen que permitir la accesibilidad urbana a todas las personas por igual”, es decir, deben ser inclusivas.