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En medio de una maraña de acuerdos cuyo contenido mantienen bajo siete llaves, los miembros del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) aprobaron por consenso intervenir, por dos meses, la Facultad de Ingeniería. La medida llega tras 111 días de paro estudiantil y en medio de una crisis.
Lo que genera desconfianza de la acción de las autoridades de la UNA es que, al iniciar la sesión, fue el cuestionado decano Éver Cabrera, quien solicitó –sorpresivamente– que se aplicara la medida, por lo que eso le restó debate al pleno que se quedó sin nada más que discutir porque se había solucionado un tema que ya les había convocado más de cuatro veces de manera extraordinaria. La sesión duró solo media hora.
El argumento que utilizó Cabrera para justificar su pedido de intervención fue que buscaba “que se retome de manera inmediata las clases y se normalice la situación en la Fiuna”.
Durante los 60 días de intervención, las autoridades de la Fiuna (decano y consejo directivo) quedan cesantes en sus funciones. En ese tiempo se realizarán investigaciones académicas y administrativas. Si no se encuentran irregularidades las autoridades volverán a ocupar el cargo. Caso contrario se les abrirá un sumario.
Los universitarios toman esta medida con mucha cautela, ya que temen que se haya gestado una trampa durante una reunión reservada que tuvieron los decanos una hora antes de que se iniciara la sesión del Consejo.
Los estudiantes temen que el acuerdo implique una garantía a Cabrera de que retornará a la casa de estudios una vez que el tema se “enfríe”. Temen también que el decano haya impuesto un interventor afín.
El rector de la UNA, Abel Bernal, dijo que la identidad del interventor se dará a conocer en las próximas horas. “Se están haciendo las gestiones con transparencia”, afirmó. Admitió que no están a salvo de la corrupción, y se justificó diciendo: “En ninguna institución hay corrupción cero”.
Cabrera: “No voy a renunciar”
Cabrera enfatizó que no renunciará al cargo de decano de Fiuna. Explicó que cambió radicalmente su posición sobre la intervención cuando conversó con el rector y este le prometió que se designará un interventor “imparcial”.
Reafirmó que el conflicto suscitado en Ingeniería se debe a un “tema político y no académico”.
Aseguró que el pedido del presidente Horacio Cartes de intervenir Fiuna, no influye en la UNA. “No sirve el respaldo de Cartes. A mí me importaba su respaldo cuando estaba al frente del INTN, pero acá no”.