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Los hongos son un grupo de seres vivos diferentes de las plantas y de los animales, razón por la cual se clasifican en un reino aparte llamado Fungi. Cumplen un rol fundamental en el planeta porque junto a las bacterias, son los principales microorganismos descomponedores de materia y, por lo tanto, son clave para los ecosistemas.
El descubrimiento de una nueva especie es muy importante porque abre la puerta a investigaciones que pueden ser de gran ayuda para el ser humano porque los científicos ya han descubierto que sus sustancias químicas han resultado ser soluciones industriales y hasta médicas (como los antibióticos).
En el 2015, el equipo investigador de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen) de la UNA encontró a esta peculiar especie, nunca antes descrita, en el propio campus universitario de San Lorenzo. “Fue increíble, hemos recorrido con nuestros estudiantes todo el Paraguay buscando nuevas especies y la encontramos en la propia universidad.
Estaba en una alcantarilla rodeada de cemento, en un ambiente antrópicamente modificado, y eso nos llamó la atención porque los hongos no están asociados al cemento y que haya crecido en esas condiciones nos pareció algo inusual”, contó Michelle Campi, docente investigadora de la Facen.
Campi comentó que tras el hallazgo, inmediatamente lo llevaron al laboratorio de Córdoba para la amplificación y luego eso fue enviado a Corea para el estudio de la secuencia del ADN. “Ahí nos dieron su identidad real genéticamente hablando y mediante eso pudimos corroborar, tras pasar por una serie de revisores que avalaron el proceso, que era una especie nueva para la ciencia. En todo el mundo no existe este registro, fue un logro muy impresionante para nosotros como investigadores, gracias a la ayuda de los colaboradores externos y de nuestros estudiantes”, enfatizó Campi.
Posteriormente, los investigadores paraguayos decidieron bautizarla con un nombre en honor a los guaraníes. Esta nueva especie ahora es conocida como Amylosporus (que es su género) y Guaraniticus (que es su especie), es decir: “Amylosporus guaraniticus”.
La científica destacó que constantemente se están haciendo numerosos descubrimientos en la Facen, gracias al apoyo constante de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), pero esta especie no estaba siendo estudiada desde el año 1843, aseguró Campi. Actualmente, la bióloga investigadora Jissele Armoa y su equipo están estudiando si este ejemplar descubierto es tóxico, medicinal o comestible.
laponte@abc.com.py