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Morales, quien fue presidente de la Asociación de Profesionales Taxistas de Asunción (APTA) y concejal, afirmó ayer que los reclamos ciudadanos son la falta de orden en las calles y los embotellamientos. “El objetivo será mejorar eso”, indicó.
Según la Municipalidad, se procedió al cambio para optimizar la labor de los recursos humanos, considerando la experiencia acumulada por Morales en la calles de la ciudad.
Sin embargo, funcionarios de la Comuna indicaron que existe una anarquía en la dependencia municipal desde que se dividió en Dirección de Tránsito y Dirección de la Policía Municipal de Tránsito, trabajando con total descoordinación entre sí.
Según dijeron, resultado de ese desorden y la falta de una sola dirección en cuanto a disposiciones que tienen que ver con el tránsito en el municipio, serían las irregularidades denunciadas por contribuyentes, quienes a través de varios medios hicieron saber a las autoridades municipales sobre pagos irregulares y llamativos que debieron realizar para acceder a precintas, sin que se les realice la inspección técnica de rigor de sus vehículos. Prueba de esto serían las denuncias formuladas por Ivesur contra la Municipalidad capitalina. Igualmente, habría influido el supuesto encajonamiento de quejas y denuncias formuladas a la Dirección de Tránsito por vecinos del barrio Mariscal Estigarribia (zona de la Secretaría Nacional de Deportes) de Asunción.
Con relación al nuevo director de Tránsito, Arístides Morales, los funcionarios municipales opinaron que por ética no debió aceptar el cargo, considerando que la asociación tendría deudas aún pendientes con la Comuna, en concepto de renovación de habilitación de taxis. También sugirieron que Morales sería una pieza clave en el aspecto político a la hora de obtener votos en elecciones futuras.
Con respecto a Giménez, la Comuna capitalina informó que asumirá otro cargo de igual responsabilidad, pues supervisará, como representante de la Comuna, la construcción del Centro de Control semafórico, cuyo edificio estará en la zona de la Costanera y forma parte de una cooperación técnica y financiera de la Agencia de Cooperación de Corea (Koica).