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El protagonismo de la mujer paraguaya pudo notarse por ejemplo durante la refundación de la ciudad de Buenos Aires (1580), que contó con la presencia de destacadas mujeres, entre las que podemos citar a la encomendada Ana Díaz, que figura en la iconografía oficial del municipio bonaerense, obra de Carbonero.
En las clases de Historia, en las escuelas y los colegios, se habla sobre Fulgencio Yegros, Pedro Juan Caballero, José Gaspar Rodríguez de Francia, Vicente Ignacio Iturbe, Mauricio José Troche, Mariano Antonio Molas, Fernando de la Mora, Francisco Javier Bogarín y Antonio Tomás Yegros.
Casi tímidamente, se empiezan a imponer los nombres de Juana María de Lara, mayordoma de la Catedral, y de Facunda Speratti, ¿novia y luego esposa de Fulgencio Yegros? Nombrarlas o reconocer a estas y muchas otras mujeres es indiscutible y urgente, después de más de 200 años de vida independiente.
A doña Juana María de Lara se le otorga un papel importante en la etapa germinal de la independencia, con vistas a una futura soberanía.
El protagonismo femenino cedió durante los años de gobierno de José Gaspar Rodríguez de Francia, afirma la historiadora Beatriz González de Bosio, quien define al Dr. Francia como un misógino que no dio lugar a las mujeres; estas dejaron de figurar en el estamento oficial hasta la llegada de la familia López, en especial con una contribuyente de la historia cultural paraguaya del siglo XIX, Elisa Alicia Lynch, irlandesa y paraguaya de corazón.
Durante la Guerra de la Triple Alianza, la mujer se despojó de sus joyas para que se pudiera seguir solventando la defensa de la patria.
Es precisamente este el hecho que marca la fecha conmemorativa. Y en dicha oportunidad se realizó la primera asamblea de mujeres en América Latina. En el campo de combate, se destaca la figura de Ramona Martínez, una adolescente que, blandiendo una espada, salvó la vida del Mariscal Francisco Solano López, en Lomas Valentinas, y le permitió escapar. Es por eso que la primera promoción de cadetes mujeres egresadas lleva su nombre.
Figuras resaltantes
Fueron figuras destellantes igualmente Francisca Pancha Garmendia y Juliana Insfrán de Martínez. En el marco de la Guerra de la Triple Alianza, y bajo la designación de Residentas, un colectivo de mujeres dejó sus hogares para marchar detrás del ejército del Mariscal López y afrontar así penurias, enfermedad, hambre y desolación. La reconstrucción de la patria, con gran desajuste demográfico, tuvo nuevamente a la mujer como eje para repoblar un país diezmado y, por mucho tiempo, quedó a cargo de la actividad productiva y de los alimentos básicos. Todo lo hizo en forma anónima, pero muy significativa.
Grandes figuras de la historia paraguaya son hijos de madres solteras, resalta Beatriz. La mujer también tuvo un papel preponderante en la Guerra del Chaco como madrina, enfermera y productora rural, ya que gran parte de la población masculina se hallaba en el frente de batalla o involucrada en las tareas administrativas propias de una guerra. Con más fuerza cada vez, hoy resuenan estos y muchos otros nombres: Ana Díaz, Juana María de Lara, Ramona Martínez, Pancha Garmendia, Juliana Insfrán de Martínez. En su honor, construyamos una imagen más completa de las paraguayas, pilares de la familia y de la patria, arquitectas del Paraguay. A lo largo de la historia de nuestro país, la mujer asumió un papel preponderante.