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SAN LORENZO (Antonia Delvalle C., corresponsal).El pequeño había ingresado el pasado 24 de mayo al centro asistencial, con el diagnóstico de shock séptico de origen pulmonar, debido a que ya lo llevaron en muy mal estado de salud, por una neumonía.
El niño de 11 años, que requería un cuidado especial por su situación de trasplantado, estuvo con asistencia respiratoria y circulatoria a través del soporte Ecmo, por la falla de varios de sus órganos, refiere el reporte médico firmado por la doctora Nancy Garay, jefa de Cardiología.
Al día siguiente de su ingreso, en horas de la mañana, el niño sufrió un paro cardiorrespiratorio y por la tarde soportó otro similar, pero los médicos pudieron reanimarlo, había comentado la doctora Garay. Jesús fue empeorando y el 2 de junio, el día en que cumplió 11 años, los médicos pidieron como regalo para él la donación de sangre y además se lo conectó al equipo de asistencia cardiorrespiratoria (Ecmo).
Tras la internación del niño, la doctora Nancy Garay explicó que el problema no fue el trasplante, sino la neumonía a la que llegó por falta de cuidados de parte de sus familiares.
La profesional recordó que el niño era de una familia de condición muy humilde. La preocupación tras el trasplante, en el 2013 fue que Jesús volvería a una casa que no estaba en condiciones de habitabilidad, lo que ponía en riesgo su recuperación. Una campaña mediática logró presionar al Gobierno, que a través de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) le dio una casa. Sin embargo, el pequeño aún no recibía la atención que debía, situación denunciada en enero de este año.
Hace varios meses el Servicio Social del Hospital realizó una denuncia a la Codeni de Limpio, donde residía el niño con su madre, porque los médicos percibieron que él no estaba recibiendo la medicación en tiempo y forma así como los cuidados requeridos para un trasplantado.
Por su parte, la madre del menor, Elena Rojas, dijo que cuidó hasta el último momento de su niño. “No esperábamos este desenlace. En todo momento estuve con esperanza de que al entrar a la sala de terapia intensiva lo vería desconectado de toda esa maquinaria, y que me diría: ‘mami, no necesito nada de esto’, pero no pasó así, lastimosamente le llevó de otra forma”, dijo.