Todo con papá y mamá

Llega el esperado tiempo de las vacaciones y con ellas el disfrute en familia, sobre todo poder dar más tiempo a los hijos pequeños. Los niños también esperan ansiosos y exigirán todo lo que puedan de papá y mamá. Conversamos con la Dra. Susana Vázquez para prevenir y no convertir estos días en peleas y estrés no deseados.

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“Tal como lo indica el origen de la palabra, vacaciones viene del latín: ‘vacans’ y significa ‘estar libre’. Lo ideal es comenzar este tiempo de relax sabiendo que padres e hijos pueden disfrutar compartiendo momentos de ocio y actividades pero también respetando mutuamente los espacios de cada lado. Es posible lograr el descanso con una buena planificación”, inicia la Dra. en Psicología, Susana Vázquez.

–Los adultos estamos seguros de saber qué quieren los más pequeños. ¿Cuán ciertos y errados podemos estar?

–Es importante adaptar cada propuesta a la edad del niño para despertar su interés y que pueda disfrutar. Lo ideal es utilizar la energía sorprendente de los niños de la forma más creativa. Una buena idea es sentarse a conversar con ellos sobre sus intereses, involucrarse juntos en una aventura veraniega. Es un tiempo ideal para aprender a convivir. Hay distintos juegos que desarrollan las habilidades sociales, los valores y ejemplos de unidad familiar. Por eso las vacaciones no deben estar llenas de obligaciones y actividades contra reloj.

–Amamos a nuestros hijos, pero nos cuesta lidiar con sus ansiedades y presiones.

–Hay que tener en cuenta que no solo los hijos están de vacaciones, los padres también lo están. Por eso hay que lograr que todos tengan la mentalidad de disfrutar. Es inevitable perder la paciencia porque los chicos son traviesos, pero también es necesario que los adultos entren en una actitud menos rígida, más proclive al juego, mentalizarse para jugar.

–Jugar al ritmo de ellos es humanamente imposible.

–Los hijos quieren pasar tiempo con sus padres, por eso valorarán más un momento de ocio juntos que interminables actividades. De acuerdo a las posibilidades se harán actividades con toda la familia y otras solo con mamá o papá. Diferentes investigaciones coinciden en que: “Los niños que no reciben atención suficiente de sus padres tienen más predisposición a mostrarse agresivos, a sentirse solos, aburridos, baja autoestima e inseguridad”. Para su desarrollo emocional deben aprender a dar y recibir afecto, saber expresar emociones y entenderlas en los demás.

–¿Cómo interpretar este periodo de permisos, libertades y concesiones sin caer en excesos?

–Aquí entra en juego el buen juicio y madurez de los padres. No es cuestión de consentirlo en todo. Basarse en los criterios básicos (beneficioso o perjudicial) para saber los límites. Por ejemplo, si se sale de vacaciones, considerar que también otros lo hacen y desean descansar. Por lo tanto, como guías y cuidadores de sus hijos, estar atentos a que mantengan un comportamiento adecuado y respetuoso, que sean presentables en cualquier lugar.

–¿Cómo damos en casa un aire de vacaciones?

–Planificando actividades: días para pintar, hacer jardinería, recetas fáciles de cocina. Reservar los fines de semana para paseos fuera de casa: armar un picnic, un paseo en bicicleta, ir a ver un partido de fútbol, ir al cine, a la casa de un amigo, encontrarse con otras familias. Inventar juegos, la inagotable imaginación de los niños los perfeccionarán.

–¿Es positivo limitar sus videojuegos?

–Los videojuegos han recibido muchas críticas, pero también es necesario entender que los niños aprenden a pensar y a adquirir capacidades mientras juegan. Hay muchos juegos educativos. Otras posibilidades siempre están presentes: ajedrez, dominó o ludo no pasan de moda y son perfectos para sentarnos a compartir con ellos. Además están las manualidades: las chicas pueden hacer bijou y los varones crearse espadas o máscaras.

–Además de los padres, hay parientes que ayudan en las vacaciones.

–Sí, algunas familias encuentran conveniente traer algún familiar (abuelos, tíos o primos) que gusten de cuidar a los niños. Es una ayuda muy válida si los padres deben trabajar, porque para los parientes son como unas minivacaciones con sus seres queridos.

–Para los padres separados suelen ser días de difícil negociación…

–Lo más importante es el beneficio de sus hijos, no es tiempo para llevar rencillas al ámbito de los niños. Ponerse de acuerdo en cuanto a las actividades en cada casa y respetar, no desautorizar ni despreciar lo que propone el otro, porque solo perjudica al niño.

–¿Qué podemos anotar en la “libretita de auxilio” para padres?

–Decía el humorista Evan Esar: “Las vacaciones son como el amor: las anticipamos con placer, las experimentamos con incomodidad y las recordamos con nostalgia”. Aprovechemos estos días que no volverán. Es posible acabar cansados pero felices, si aceptamos que la vida no es perfecta y que cada uno hace lo que mejor sabe.

Creatividad e imaginación

La profesional sugiere a los padres crear juegos que involucren a los sentidos (oír con los ojos cerrados, palpar sin ver, etc.). “Dejar un momento de ser educadores y jugar como si fuéramos niños. Al dejar fluir la imaginación y pasar un momento de relax, se facilitan y aumentan los momentos de conexión emocional con los hijos”.

lperalta@abc.com.py

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