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Ramos explicó que su separación es una represalia del presidente de la Asociación de Profesionales Taxistas de Asunción (APTA), Arístides Morales, por no haber asistido a la marcha del martes 4 de agosto, frente a la Municipalidad capitalina y además por haber denunciado las medidas que adoptaron en su contra.
Por no plegarse a la marcha, Ramos y otros seis compañeros de parada recibieron una sanción que consistió en la suspensión del uso del teléfono por tres días para atender los pedidos de servicio. Además lo obligaron a abonar G. 50.000.
El taxista afectado manifestó que tendrá que buscar otra parada para seguir trabajando y responsabilizó a Arístides Morales de su situación actual.
No conoce situación
Por su parte, el presidente de la APTA, Arístides Morales, dijo no conocer la situación porque no tiene relación alguna con Ramos ni forma parte del gremio.
“No tengo ninguna relación con él. No utiliza nuestro sistema de radio. Que se vaya a reclamar donde él cree. No sé con quién trabaja. El puede decir lo que quiera”, expresó Morales.
El titular de la Asociación emplazó a Ramos a demostrar lo que sostiene con documentos, ante la justicia, porque –según reiteró– él no tiene nada que ver en el caso.
La protesta frente a la Comuna fue contra la habilitación de una parada de taxis en el Mercado de Abasto. Por el reclamo, se suspendió la intención de habilitar el puesto.