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Durante el sábado y domingo últimos los artistas del estampado en la piel dieron rienda suelta a su destreza y talento de la fiesta del tatuaje, que contó con gente proveniente de países de diversas latitudes, estilos y experiencias, que llevaron al público al destino que ellos eligieran.
Participaron 80 tatuadores provenientes de diversos países, como por ejemplo Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Dinamarca, Japón, Uruguay y Paraguay.
“Esta fiesta es una oportunidad para conseguir el tatuaje anhelado, el primero de muchos o la confirmación de un estilo de vida. Puede ser una gran obra o apenas un símbolo o una evocación. También abre las puertas a los curiosos, los que no se animan, los que quieren ver cómo es el momento en que la tinta ingresa para siempre en la piel. Veteranos y novatos tendrán a disposición los catálogos de trabajos de los tatuadores, para elegir las manos habilidosas de aquel con el que encuentran más sintonía o cuyo trabajo admiran”, explicó Walter de Souza Lobo “Tatoo Capataz”, coordinador del evento.
“Somos amigos y conocidos que hace tiempo llevamos realizando tatuajes. Es un evento singular en América Latina porque la mayoría de los eventos de tatuaje son convenciones con premiaciones”, enfatizó De Souza.
La 7ª edición del Tatoo Down Babylon se desarrolló en el centro de eventos Textilia, ubicado en la avenida General Santos casi Defensa Nacional de nuestra capital. El evento se había iniciado el sábado y culminó anoche.
Los aficionados al tatuaje tuvieron a disposición los catálogos de trabajos para elegir a su gusto.
El show musical de los dos días del encuentro corrió por cuenta de las bandas The Crayolas, Pepe, Wocco, Luisonz y Descontrolarius. También animaron los DJ Yellow P, de Saõ Paulo (Brasil), y P López y G-Soul, de Paraguay.