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En el esquema de robo estarían involucrados médicos, enfermeras, funcionarios administrativos y de limpieza.
En la siesta de ayer la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) intervino en forma simultánea seis farmacias ubicadas en los alrededores del Hospital de Barrio Obrero. De los 6 locales, 4 comercializaban medicamentos de uso exclusivo en dependencias del Ministerio de Salud que no pueden venderse.
Las farmacias ofrecían además productos de contrabando, provenientes de la Argentina, así como productos con fecha vencida. Vendían además fármacos controlados, pese a no tener la autorización correspondiente.
“Llegamos de sorpresa, pero al parecer ya nos estaban esperando. Encontramos varias irregularidades, como la venta de medicamentos que son propiedad del ministerio, pero no en la cantidad similar que recuperamos de la intervención que realizamos el martes en las farmacias frente al Hospital Nacional”, indicó la titular de Dinavisa, Dr. María Auxiliadora Vargas.
Agregó que las intervenciones seguirán, pero desconoce el éxito, pues los procedimientos ya tomaron estado público y los que venden productos robados al ministerio se cuidarán más ahora. “Es importante destacar que realizamos la denuncia ante la Fiscalía en Itauguá y hoy (por ayer) en la sede del Ministerio Público del Barrio Obrero. Los agentes fiscales investigarán cómo hacen para sacar los medicamentos. La Dirección de Asesoría Jurídica del ministerio también inició las pesquisas internas”, dijo.
Funcionarios de la Dirección General de Insumos Estratégicos de la cartera sanitaria manifestaron que el sistema de hurto de medicamentos en los servicios públicos consiste básicamente en el “robo hormiga” y están involucrados desde pacientes hasta médicos. También forman parte de la rosca los funcionarios administrativos a cargo de las farmacias, licenciadas y auxiliares en enfermería y los limpiadores.
Nuestras fuentes señalaron que la falta de informatización facilita el robo de medicamentos y ya se detectaron casos en que para un paciente existen tres o cuatro recetas al día solicitando la misma medicación.
Los fármacos robados al Ministerio de Salud son generalmente los de precio elevado.