Sor Margarita Rumich celebró sus 50 años de profesión religiosa

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Sus bodas de oro de profesión religiosa conmemoró sor Margarita Teresita Rumich Reyes, en el marco de una eucaristía en la capilla del Colegio María Auxiliadora, actividad organizada por las Hijas de María Auxiliadora de la inspectoría "San Rafael Arcángel".

Sor Margarita Teresita Rumich Reyes cumplió 50 años de profesión religiosa, y fue agasajada con una eucaristía, que tuvo lugar en la capilla del Colegio María Auxiliadora, por parte de Las Hijas de María Auxiliadora de la inspectoría "San Rafael Arcángel", con la presencia de amistades y seres queridos.

En este marco, ella realizó una reseña autobiográfica de sus bodas de oro, con toda una vida dedicada a la Iglesia Católica.

"A lo largo de estos 50 años, caminé alegre tras las huellas del Maestro, como signo de un corazón que ama al Señor", sostiene.

Sor Margarita nació el 10 de agosto de 1933 en San Lorenzo.

Al comentar acerca de los motivos que la llevaron por la senda de la vida religiosa, sor Margarita recuerda que en su juventud estaba de novia con Luis Alberto, que tenía la característica de ser muy celoso.

Entre los años 1955 y 1956 sor Margarita se tras-

ladó a Asunción, y debido a los celos de su novio, decidió –con sus padres– quedarse como pupila en el Colegio María Auxiliadora de la capital.

Era un momento decisivo en su vida, y recibió los consejos del sacerdote salesiano padre Juan Berta, quien la guió en la vocación, y le hizo ver el camino a seguir, siendo este el de la vida religiosa salesiana.

Igualmente, influyeron en ella dos Hijas de María Auxiliadora, ambas educadoras, la hermana Delsa Manise y la hermana Mónica Miers.

Su amplia dedicación a la difusión de la catequesis se materializó en numerosos textos que se distribuyen y leen en todo el país.

En ese sentido, el Departamento Catequístico Arquidiocesano (Decar) le dedicó a sor Margarita un reconocimiento, en el aniversario de sus bodas de oro como hija de María Auxiliadora, por su aporte invalorable y su servicio incansable a la catequesis de la Arquidiócesis de la Santísima Asunción y del Paraguay.

"Si tuviese que realizar una síntesis de mi vida, diría simplemente que soy una Hija de María Auxiliadora feliz, sencilla, amable, tenaz, servicial, audaz, perseverante, amante de la catequesis, de la Iglesia y de mi congregación, cercana al pueblo, y con altos ideales", define sor Margarita.
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