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Sin dudas, la artesanía paraguaya es muy apreciada y está llamada a conquistar los mercados de los países más exigentes. Sus productos son muy bien conceptuados por su belleza y su colorido y resaltan en quienes los usan.
El sombrero piri es uno de los objetos más representativos del trabajo manual de nuestros compatriotas. Se lo utiliza para protegerse del sofocante calor del verano, y el extranjero que visita nuestro país generalmente se lleva uno de recuerdo.
Esta vez 2.900 sombreros irán al exterior y serán los protectores y el distintivo de los jóvenes alemanes que participarán desde la segunda quincena de julio de la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Río de Janeiro, con la presencia del papa Francisco.
El pedido de confección de los sombreros fue hecho por una organización de laicos alemanes denominada Adveniat, que contactó con la Pastoral Social Arquidiocesana, que a la vez extendió el trabajo a los artesanos de la compañía Aguapey, ubicada a 7 kilómetros del centro de Limpio. Los mismos recibieron el pedido con mucha alegría, porque además de mejorar sus ingresos, les permitirá seguir incursionando en mercados exigentes.
El pedido se realizó el pasado 7 de noviembre de 2012, y a partir de ahí, comenzaron los primeros contactos para conseguir los materiales, y luego iniciar el proceso de tejer y armar los protectores. De esa fecha a la semana pasada ya se enviaron unos 2.500 sombreros, y en los próximos días se enviará la última partida de 400.
Herminia Riveros, una de las artesanas que coordina el grupo que elabora los sombreros, confecciona este rubro desde niña. Sus padres y abuelos también eran artesanos, y ganaban lo necesario para vivir dignamente.
Sus productos no solo son requeridos en Paraguay, sino también en el exterior. “Ya hemos enviado sombreros al exterior a través de intermediarios, pero esta vez somos los propios artesanos quienes enviaremos a Alemania el producto a través de la Pastoral Social Arquidiocesana”, relató.
Para la mujer es todo un desafío enviar los sombreros a Alemania. Aquí en Paraguay, cobran 5.000 guaraníes por unidad, sin embargo, de los alemanes recibirán más del doble por cada producto.
Un artesano fabrica normalmente tres sombreros por día. Es un trabajo que en su mayor parte consiste en tejer hojas de karanda’y, y de a poco, darle la forma que se desea. Si el entretejido es más fino y delicado se confeccionan solo dos por día.
Las hojas de karanda’y se compran de la zona del Salado, Chaco o Emboscada. Una vez que se consigue este recurso, se seca. Normalmente, este proceso se realiza entre diciembre y enero, porque se necesita mucho sol.
La falta de capital hace que muchas veces los artesanos deban sobrevivir con el antiguo recurso del trueque. Según Riveros, los acopiadores dan préstamos con intereses y luego se paga con la producción. Si sobra un poco de plata pagan con víveres. “Nosotros sobrevivimos de este trabajo. No tenemos otra alternativa de ingreso, ni estudios para ir a sentarnos en una oficina. Fabricar sombreros es nuestro trabajo”, remarcó.
Los artesanos tienen actualmente una asociación denominada Aguapey, que nuclea a 12 personas, y es la que toma los pedidos y reparte a los asociados. Para responder a las exigencias de los alemanes, también dieron trabajo a otros artesanos que no están en el comité.
Con respecto al pedido que hicieron los alemanes para sus jóvenes que irán a Río de Janeiro, apuntó que asumieron el compromiso de confeccionarlos y ahora les falta muy poco para completar el pedido.
El deseo de la artesana, y de las otras personas que están trabajando con ella, es tener una cooperativa con fondos propios, y que esta provea los créditos.
“Nosotros vivimos de lo que producimos, por eso no tenemos forma de ahorrar. Además, la ganancia es muy poca. Nos gustaría que alguien nos dé en donación un capital, para que nosotros administremos y allí sí tendremos fondos y medios para autosustentarnos”, agregó.
La asociación tiene un local en construcción, al que le faltan algunas terminaciones como piso, instalación eléctrica, corredor y una máquina de coser de apoyo. Le faltan además ventanas y puertas. Las personas que quieran colaborar con los mismos pueden llamar al celular 0981 865713.
Finalmente, Herminia exteriorizó su alegría por la decisión de los alemanes de elegir llevar como distintivo un sombrero paraguayo, porque demuestra que la artesanía paraguaya gana terreno y es requerido en el mundo.