En el artículo 7 de la Ordenanza 62/02 de la Municipalidad de Asunción se establece la prohibición a los ciudadanos de "satisfacer las necesidades fisiológicas en lugares públicos o en propiedad privada que esté a la vista del público. La Intendencia Municipal, a través de la dependencia encargada, será responsable de supervisar su cumplimiento. Su transgresión se califica como leve". Esta prohibición supone que el ciudadano contaría con el servicio de baños públicos ofrecido por el municipio capitalino, precisamente para evitar cometer la mencionada falta que llega a unos G. 4.000.000 en concepto de multa. Sin embargo, en toda la capital solo existen 8 plazas y 2 parques con baños públicos (ver infografía), varios de ellos en malas condiciones, con fuertes olores y una infraestructura precaria, tal como se puede constatar en los bañitos ubicados en la plaza Uruguaya y el parque Bernardino Caballero. Según el director general de Obras de la Municipalidad de Asunción, Efrén Ginard, unas 70 plazas, de las 180 existentes, necesitan la instalación de estos servicios sanitarios, ya que las mismas se encuentran en zonas consideradas de gran afluencia de gente. Por otra parte, Ginard comentó que 10 baños fueron construidos hace poco más de un año en el microcentro y alrededores (ver infografía). "La Municipalidad invirtió 62 millones de guaraníes en estos baños sexados", indicó el entrevistado.
Al respecto, Pedro Oviedo, del departamento de Espacios Verdes de la comuna, advirtió que solo uno de estos baños, el de la plaza Italia, funciona, ya que los demás no poseen la conexión a la red cloacal y la de agua corriente. Sin embargo, ABC Color pudo verificar ayer que este baño también se encontraba cerrado, presumiblemente por estar averiada la conexión cloacal.
Nora Mendieta, secretaria ejecutiva de la Dirección General de Obras, señaló que desde hace un año se reiteran los debidos reclamos a la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) para las mencionadas conexiones, pero que no hay respuesta.
"LA INSPECTORIA DEBE HACER EL TRABAJO"
Según la concejala Gladys de Rodríguez (Indep.), una de las impulsoras de la ordenanza que reglamenta el servicio de retretes, la Inspectoría General de la comuna es la encargada de realizar las verificaciones de la utilización de los baños públicos así como del mantenimiento de los mismos. La edil explicó que la normativa exige que los hospitales e instituciones públicas, centros comerciales, supermercados, playas de estacionamiento, paradas de taxi e iglesias cuenten con este servicio. Indicó que también los inspectores municipales son los que deben controlar que el ciudadano no utilice la calle como "baño". "Ellos son los que deben multar a la gente que no respeta la normativa", afirmó.
Rodríguez comentó que, en Itá, los ciudadanos tomaron conciencia de no hacer sus necesidades en la vía pública cuando el municipio estableció una multa de G. 25.000 a quienes cometían la infracción.