Si va a conducir no beba, insta accidentado

La vida de Andy Matthias Moreno Wiebe (26), estaba llena de actividades deportivas y viajes, hasta que en junio del 2006 yendo sobre moto, un hombre alcoholizado le chocó de frente con su camioneta en la esquina de Zanotti Cavazzoni y Mariscal López. En esta nota insta a los jóvenes y adultos a que no abusen con el alcohol en el Año Nuevo, para evitar truncar vidas inocentes.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2084

Cargando...

“Estando entre la vida y la muerte fortalecí mi fe y así supe que Dios existe. Él me dio una nueva oportunidad para vivir una vida diferente, más auténtica, sana y sensible a las cosas esenciales de la vida como la salud, la familia, la vida misma que recibo cada día generosamente”, nos dijo Andy Moreno, quien nos recibió en su oficina, en un cooperativa, para contarnos su testimonio de vida e instar a jóvenes y adultos a que no tomen bebidas alcohólicas en estas fiestas, si van a conducir.

Recordó que eran las 22:14 del sábado 17 de junio de 2006, cuando fue atropellado estando a bordo de una moto. Una camioneta Nissan Patrol chapa ABT 644, que estaba al mando de Bruno Madelaire, le chocó de frente. La moto explotó y cayó encima de las llamas. Ya inconsciente, detrás de él venía un auto que según las expresiones del joven, terminó siendo un ángel que le envió Dios. Era un médico, quien le hizo los primeros auxilios.

“Si el médico no me auxiliaba no estaría contando mi historia”, manifestó el joven que quiere que su testimonio sirva de ejemplo a aquellas personas que no tienen en cuenta la gran responsabilidad que tienen al conducir un vehículo.

Andy Moreno fue llevado a Emergencias Médicas donde le practicaron una traqueotomía y luego fue trasladado al Hospital Bautista por sus familiares, donde terminaron sus operaciones en el país. El médico que atendió al joven les dijo a sus familiares que no creía que llegaría con vida al Bautista.

Contó Andy que es el mayor de tres hermanos y que estando inconsciente entre la vida y la muerte su familia y amigos oraron todo el tiempo por él y Dios escuchó esos ruegos, porque le dio otra oportunidad para vivir.

Pasó 33 días en terapia intensiva con traqueotomía, un mes en coma intermedia, luego tuvo 45 cirugías, los dos pies quedaron inválidos, perdió la pierna derecha y 12 dientes. Tiene además platinos en la cabeza, y en el 35 por ciento de su piel tuvo quemaduras de tercer grado.

“No pude caminar por seis meses. Fui sometido a tratamientos de fisioterapia. La noche del accidente pesaba 90 kilos y cuando me desperté dos meses más tarde, solo pesaba 55 kilos. De ahí hice viajes a Buenos Aires y Alemania para diferentes cirugías y recibir noticias malas como la falta de sensibilidad y movimiento de ambos pies y no poder doblar la rodilla derecha. Hasta que finalmente me tuvieron que amputar”, relató Andy Moreno.

A los 7 años del accidente, su reflexión es que con la ayuda de Dios recuperó el optimismo y la alegría de vivir. Y añadió que es Dios quien le da las fuerzas para seguir adelante con su nueva vida, interrumpida dolorosamente por un irresponsable en el volante.

Añadió que a raíz del accidente cambió abruptamente su visión cotidiana de la vida y no deja que el odio ocupe su corazón. Afirmó que Madelaire, el hombre que lo atropelló, estando alcoholizado, nunca le pasó ni una moneda.

Andy recuerda que el día del accidente iba vestido con short y remera en su moto, para reunirse con su familia en el Club Alemán cuando sufrió el accidente.

“Hay que conocer y respetar las leyes de tránsito. No tengo nada en contra de la moto, pero hay que aprender los riesgos que uno lleva cuando uno conduce una moto. Uso muleta de por vida, ya que los pies están inactivos. Mi nueva vida me limita muchas cosas, pero ya me adapté”, dijo.

Comentó igualmente que actualmente maneja un automóvil, con una adaptación especial en la parte del volante. Es decir, no usa los pies y maneja con las manos. “Todo se puede en esta vida”, nos dijo, a la vez de agregar que trabaja en una cooperativa y recibe su título de licenciado este año.

“Cuando se va a conducir no hay que beber. Las consecuencias de tamaña irresponsabilidad de conducir ebrio no son nada divertidas. Yo solo soy un ejemplo de los miles de víctimas de accidentes de tránsito que hay en el país”, manifestó.

Afirmó que no siente nada de odio contra quien lo dejó entre la vida y la muerte, inconsciente en Mariscal López. Dijo que en la justicia paraguaya no cree, porque todo se maneja con plata.

“Siempre es mejor prevenir que curar. Doy ánimo a las personas, para que piensen bien antes de tomar la decisión de conducir en estado de ebriedad. Si se va a conducir no hay que beber, para evitar truncar la vida de inocentes, o quedar con graves secuelas que impidan llevar una vida normal e independiente”, concluyó.

Cifras de muertos

Según datos de la Policía Nacional, se produjeron treinta muertes entre la Nochebuena y la Navidad, de los cuales la mitad fueron a causa de accidentes de tránsito, y en la mayoría de los casos, estuvo presente el alcohol.

Dentro de 5 años habrá en cada familia paraguaya un muerto o un lesionado por siniestros viales. El 50 por ciento de discapacitados es a causa de accidentes de tránsito. Por eso, el Estado debe apostar a la prevención. Así afirma Emilio Recalde, presidente de Seguridad en las Rutas (SER), una asociación sin fines de lucro formado por jóvenes y padres de familia que en su mayoría perdieron a sus seres queridos en accidentes de tránsito.

eolmedo@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...