Comer abundante sandía tras un día de excesos alimenticios es favorable, pues al ser diurética, ayuda a la eliminación de sustancias de desecho por la orina.
Esta fruta es ideal en las dietas de adelgazamiento, dado que se puede consumir doble cantidad de sandía que muchas otras frutas, sin que se aumenten especialmente las calorías.
Contiene gran cantidad de agua (93%), por lo que su valor calórico es muy bajo, apenas 20 calorías por 100 gramos. En su contenido se destacan el potasio y el magnesio. El potasio es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal.

La sandía se considera originaria de países de Africa tropical. Los pobladores europeos fueron quienes la trajeron hasta América, donde su cultivo se extendió por todo el continente.

En general, resulta fácil de digerir, aunque puede resultar indigesta para ciertas personas si la consumen después de las comidas, debido a que su elevado aporte de agua diluye los jugos gástricos y retrasa la digestión de los alimentos, lo que provoca la consiguiente sensación de indigestión e hinchazón.
Para que aproveche mejor la fruta le proponemos esta receta.

Sorbete de sandía
Ingredientes
750 gramos de sandía sin cáscara
150 gramos de azúcar
1 vasito de sidra
Preparación. Poner al fuego en un recipiente un vaso de agua y el azúcar. Calentar hasta obtener un almíbar suave. Limpiar la sandía de las semillas, cortar a trozos y triturar con la batidora. Llevar al congelador la sandía triturada y añadir el almíbar y la sidra. Cuando esté casi congelada triturar la pasta y volver a ponerla en el congelador. Sacar del congelador un rato antes de consumirla y disponer en 4 copas de postre.