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La titular del Programa Nacional de Control de la Lepra, dependiente del Ministerio de Salud Pública, María Victoria Alvarenga, instó a la ciudadanía a consultar de inmediato si se descubren algunas lesiones cutáneas que son más claras que el color normal de la piel o por lesiones que presentan disminución de la sensibilidad al tacto, al calor o al dolor y no sanan después de algunas semanas o meses. También presentan debilidad muscular con alteraciones de la sensibilidad en manos, brazos, pies y piernas.
La mayor cantidad de afectados por esta enfermedad se concentra en personas de 25 a 55 años.
Los servicios del Ministerio de Salud brindan diagnóstico y tratamiento de manera gratuita y en donde en caso de confirmarse la enfermedad se inicia el tratamiento, que dura entre medio y un año, según el rango bacilar del paciente.
Alvarenga dijo que para el efecto se dispone de “personal capacitado que va a examinar la piel, medir la sensibilidad, evaluar los nervios y tomar muestras de linfa cutánea”.
La profesional explicó que si bien “la lepra es una afección infectocontagiosa causada por un microbio llamado bacilo de Hansen, con un largo periodo de incubación, la mayoría de las personas que entran en contacto con la bacteria no desarrollan la enfermedad. Esto se debe a que su sistema inmunitario es capaz de combatir esa bacteria. En cambio, un 5% de la población posee susceptibilidad a contraerla”.
Agregó que “este bacilo se transfiere por las vías aéreas, al respirar o hablar. Pero no se transmite a través de un abrazo o un apretón de manos, ni a través del uso de toallas, el inodoro o por compartir cubiertos”. Aclaró que el contagio se realiza mediante gotas de saliva que se expiden al hablar, toser o estornudar.
Según datos proveídos por la cartera de Salud Pública, en Paraguay se registra un promedio de 400 pacientes con lepra al año. Las zonas del país con más casos son los departamentos de Central, Alto Paraná, San Pedro, Caaguazú, Paraguarí, Ñeembucú y Concepción.