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El informe presentado por la Dirección de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles señala que existen requisitos y normativas para la limpieza y desinfección de áreas críticas o restringidas que se describen en el Manual de Prevención y Control de Infecciones, es decir, se cuenta con un protocolo de limpieza y desinfección, según áreas críticas o restringidas, áreas no críticas o no restringidas y áreas semicríticas.
Con base en estos conceptos, se define a la limpieza y desinfección de áreas críticas o restringidas, como la limpieza y desinfección de la unidad completa del paciente en quirófano, terapias intensivas, esterilización, urgencias y hemodinamia.
Con el informe del Ministerio de Salud, se confirma que no existe razón alguna, técnica ni jurídica, para que el Instituto de Previsión Social agrupe en un solo lote la limpieza, por ejemplo, de oficinas administrativas como la Caja de Jubilaciones, junto con las de áreas críticas, como lo es el Hospital Central.
Con esta agrupación, el IPS estaría violando el principio de igualdad y de libre competencia establecido en la Ley de Contrataciones Públicas, puesto que esta condición posibilitó que solo dos empresas puedan participar del llamado, siendo estas las mismas adjudicadas en dudosos contratos anteriores.
Recordemos que las beneficiadas en esta licitación, de unos US$ 28 millones, son las empresas Consorcio Limpieza (conformada por Potî SA y Potî de Alberto Palumbo) y Cevima SA (cuyo representante legal es Claudio Escobar Brizuela). La apertura de ofertas se realizó a pesar de haber una protesta promovida por la firma Renova SA (representada por Liliana Giménez) que fue admitida por la DNCP que recomendó como medida de prudencia prorrogar la apertura. Ahora la DNCP debe resolver el tema con base en el informe de Salud.