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El pastor de Misiones sostuvo que el mal cuando no se extirpa de raíz, se multiplica, se amplía y se vuelve grave. De modo que el papa Francisco tomó la decisión luego de escuchar todas las campanas y el informe de sus enviados surgido de la reciente visita apostólica.
Medina formuló estas declaraciones para ABC Color en su residencia episcopal, en San Juan Bautista.
En otro momento, sostuvo que el cardenal y el obispo que visitaron Paraguay se llevaron muchos testimonios y escucharon también a los seguidores de Livieres Plano. “Eso siempre ocurre, porque cuando alguien levanta una bandera siempre tiene seguidores. Además, él hizo campaña y con mucho fanatismo”, dijo.
Para Medina, el grave problema entre el obispo, laicos, sacerdotes y grupos se tuvo que cortar de raíz. Señaló que Livieres Plano se mostró intransigente y muy terco en su postura y por eso el Papa tomó la decisión de destituirlo. “Una de las opciones era renunciar y quedar como obispo emérito, pero como él es tan terco, no quiso renunciar y al final fue destituido”, reiteró.
Nuestro entrevistado indicó que en la Iglesia, los obispos, sacerdotes y laicos quieren vivir reconciliados y en paz. “Con él era imposible reconciliarnos, porque hizo muchas metidas de pata y muchas acusaciones”, dijo, al tiempo de señalar que acusar a otro no es la manera de defender a un amigo, por más leal que se sea. Agregó que lo razonable hubiera sido aceptar la apertura de una investigación (al padre Carlos Urrutigoity) y ver el veredicto de la justicia. “Pero la manera en que defendió a su sacerdote era una forma muy grave, en el sentido de acusar a otro. Eso no es defensa, es tratar de focalizar el problema en otro lugar”, agregó.
El pastor señaló que Livieres difundió mentiras en torno al arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo. “Dijo que todo el mundo sabía el caso Cuquejo (a quien el destituido llamó públicamente homosexual) y, sin embargo, nadie sabía nada a nivel de obispos. Eso fue una mentira”, aseguró.
Contra Francisco
En declaraciones a la Agencia Ansa, Medina dijo: “Lo que sí sé es que el actual papa Francisco, siendo arzobispo de Buenos Aires, advirtió sobre la presencia en la diócesis (de Livieres) de un seminarista que había sido expulsado de un seminario de Buenos Aires”, agregó. Según Medina, Livieres le habría respondido que no se metiera en su diócesis. Más tarde, el seminarista habría sido ordenado sacerdote.