Robo de santos antiguos se registra en todo el interior

Un informe elaborado por la Comisión Nacional para los Bienes Culturales de la Iglesia revela que la falsificación y robo de santos antiguos afecta a varias localidades del interior. La parroquia de Félix Pérez Cardozo (departamento del Guairá) habría sufrido la misma suerte que la de Borja, donde una banda de embusteros procedió a copiar y cambiar casi la totalidad de las imágenes con la excusa de restauración gratuita.

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Con el fin de recuperar valiosas piezas de arte sacro, robadas de la parroquia de Belén (departamento de Concepción) y otras, las autoridades de la Comisión Nacional para los Bienes Culturales de la Iglesia, dependiente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), han elaborado una lista de imágenes sustraídas.

En el caso de Belén se reclaman las tallas del Niño Jesús, Nuestra Señora de la Paz, un Cristo Yacente y un Niño Salvador del Mundo. Consta en la denuncia que las mismas fueron retiradas de la iglesia de Nuestra Señora de Belén, a principios de año, por un policía de nombre Edison Argüello, quien prometió hacerlas restaurar en Asunción. Estas fueron devueltas completamente para la fiesta patronal del 24 de enero de 2003, pero la celeridad del ‘‘trabajo de restauración’’ despertó dudas. Se hizo una revisión a cargo de miembros de la CNBCI y, efectivamente, se comprobó que eran réplicas de las originales.
Las autoridades religiosas del pueblo realizaron denuncias en las comisarías de Belén, Concepción y ante la Fiscalía. El Arq. Ramón Duarte Burró, secretario ejecutivo de la entidad protectora de los bienes sacros, confirma que hasta ahora las piezas auténticas no fueron recuperadas.

Por otra parte, el padre Alberto Luna Pastore, sacerdote de Escobar (departamento de Paraguarí), denuncia que en la noche del martes 19 de noviembre de 2002, desconocidos asaltaron el templo, forzando la puerta de la sacristía, para sustraer tres imágenes de madera, que se usa en el tradicional Tupaitu del Viernes Santo. Se trata de un Cristo crucificado, talla de madera pintada en color rosa, de tamaño natural (1,60 m. aproximadamente), usada para la crucifixión y el descenso de la cruz, con los brazos y piernas articulados, el pelo largo, y las rodillas unidas con cuero pintado. Las otras dos, imágenes de vestir, corresponden a la Virgen dolorosa y al apóstol San Juan, pintados en amarillo claro. Ambas con una altura de 1,20 metros, aproximadamente. San Juan tiene la barba pintada, el pelo largo como aplique natural y un pequeño cáliz en la mano izquierda. La Virgen dolorosa tiene en el pecho un corazón atravesado por puñales.

‘‘La comunidad escobareña se encuentra profundamente conmovida por este hecho, los responsables de la parroquia, la hermana María Teresa Núñez y yo estamos empeñados, en colaboración con las autoridades locales, en la recuperación de estas valiosas tallas. Ellas pertenecen al patrimonio de la parroquia de Escobar y son muy antiguas; presumimos que las mismas habrían sido robadas para ser vendidas a coleccionistas locales o extranjeros’’, expresa el padre Luna Pastore.

Datos ofrecidos por el padre Oscar Hermosilla, párroco de Melgarejo (Guairá), indican que el viernes 6 de diciembre de 2002 entraron ladrones a la capilla San Gervasio y sustrajeron algunas imágenes de madera. Los delincuentes volvieron a entrar en la capilla el día viernes 13 de diciembre (una semana después), para llevarse otras más.

Las piezas de madera robadas son cuatro: La Virgen de la Merced, San Juan Evangelista, La Virgen de los Dolores y otra sin identificar. Los ladrones también se llevaron la figura de San Pedro Apóstol, pero al percatarse de que era de yeso la rompieron y dejaron abandonada en la calle, cerca de la capilla.

Según informaciones brindadas por la gente del lugar en los días previos al robo apareció por Melgarejo una pareja que quería comprar imágenes de santos de madera. La señora se habría identificado con el nombre de ‘‘Blanca Sachelaridi’’ y manifestó a los lugareños que su marido tenía intenciones de abrir un museo en Asunción, para lo cual deseaba adquirir imágenes antiguas.

La iglesia de Félix Pérez Cardozo (Guairá) también fue visitada por una banda de falsificadores que procedió a copiar y cambiar las artísticas imágenes sacras. Un Cristo Yacente de tamaño natural, San Juan, San Antonio, Cristo Crucificado, el sagrario y otras piezas originales fueron sustituidos por burdas réplicas.

El modus operandi de los delincuentes coincide plenamente con lo sucedido en la localidad guaireña de Borja, donde se llevaron casi la totalidad de los santos antiguos.

A principios de este año, el padre Roque Benítez, cura párroco de Borja, se había percatado del engaño y presentó la denuncia ante la Fiscalía de Villarrica, sindicando a María Dolores Estigarribia de Mesa y Patrocinio Estigarribia Torossi como responsables del acto criminal. Los acusados llegaron a Borja con la historia de que un millonario curado milagrosamente de sida había prometido hacer restaurar santos y altares de todo el interior. Así lograron sacar una por una las valiosas tallas que eran devueltas burdas copias, supuestamente con nueva pintura.

El fiscal de Villarrica, Carlos Alvarenga, se hizo cargo del caso, realizó allanamientos y procedió a la detención de algunas personas, entre ellas, María Dolores Estigarribia de Mesa. Su hermano Patrocinio, responsable de comerciar las piezas sustraídas, sigue prófugo de la justicia.

De la cantidad de tallas originales que se llevaron de Borja, apenas se recuperó una: el santo sepulcro, devuelto por el artista plástico Ricardo Migliorisi. Este habría adquirido la obra de arte sacro de Patrocinio Estigarribia Torossi, en 1.700 dólares americanos (según recibo presentado a la justicia).

El resto de las imágenes, pertenecientes al patrimonio histórico del Paraguay, siguen con paradero desconocido, quizás en colecciones privadas. El fiscal Carlos Alvarenga continúa las investigaciones con el objetivo de castigar a los culpables y restituir las piezas a sus lugares de origen.
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