Para sorpresa de los uniformados, mi amigo les solicitó que le prepararan la boleta de multa. A esta respuesta, no le dijeron cuál fue su falta y le comunicaron que tendrían que retener la habilitación de su vehículo por la infracción cometida. Me llamó a consultar qué podía hacer. Le dije que tomara los datos de cada oficial y que haríamos la denuncia apenas llegue a Asunción. Le leí el Art. 35 de la Constitución Nacional, "De los documentos identificatorios", y le dije que pregunte a los oficiales cuál es la ley que les faculta a retener sus documentos.
El artículo 35 de la C.N. dice: "Los documentos identificatorios, licencias o constancias de las personas no podrán ser incautados ni retenidos por las autoridades. Estas no podrán privarlas de ellos, salvo los casos previstos en la ley".

Esta no es una violación que comete solo la Policía Caminera. Todos los días toleramos que ignoren nuestro derecho. En los bancos, cuando precisamos pasar a las oficinas administrativas, un guardia de seguridad nos pide la cédula de identidad y se la queda hasta que salimos del edificio. En las cámaras del Poder Legislativo, los funcionarios, en vez de tomarnos los datos, preguntan junto a quién deseamos pasar y también retienen la cédula de identidad. Incluso en el Ministerio del Interior exigen se deposite la cédula. Cuando protesté en esa institución, me tomaron los datos y seguí camino, no sin antes ser tildado de "desubicado" por exigir el cumplimiento de la Constitución.
Deberían las oficinas públicas y privadas implementar el sistema del Ministerio Público, donde piden los documentos en recepción, anotan los datos en una computadora y se puede transitar dentro del edificio sin quedar indocumentados. ¿Qué tal si en respeto de la Constitución seguimos su ejemplo?

Alejandro Riera Gagliardone.

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