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El inmueble es conocido como “Rancho 33”, propiedad de Carl Thomas Gwynn Ramírez, que en marzo de este año recibió la orden de parar la misma obra de relleno, por afectar el esteral de la reserva.
El trabajo de relleno se reactivó gracias a la autorización dada por el intendente de San Bernardino, Ramón Zubizarreta, a través de la resolución municipal N° 165/15, del 22 de junio pasado.
El movimiento ecologista “Taguató”, de San Bernardino, alertó a las instituciones competentes en materia ambiental sobre lo que consideran un delito, debido a que la Ley 5256/14, en su artículo 6°, prohíbe cualquier intervención en los humedales del lago Ypacaraí “mientras dure su recuperación”.
El inicio del relleno ya había sido intervenido por la Seam, en marzo pasado, y la comuna de San Bernardino ordenó su paralización. Ahora, con la autorización municipal, se prosigue con el relleno, a cargo de la empresa Chena Construcciones, de San Bernardino.
En el gabinete de la Seam informaron que ya se ordenó un sumario administrativo que podría afectar tanto al propietario del inmueble como a la Municipalidad de San Bernardino. Paralelamente, el Ministerio Público actuó también para los casos de las sanciones penales, tipificado como delito ambiental.
El intendente Zubizarreta explicó a ABC Color que autorizó el relleno considerando la nota N° 6529, de la Dirección de Evaluación de Impacto Ambiental de la Seam, del 23 de enero de este año, que expresa que la obra no requiere de estudio de impacto ambiental ni de disposición de efluentes.
“No existe otra disposición en contrario de la Seam. Al menos no recibimos en la comuna. En caso de que exista, no tenemos problemas de rever la medida, pero por de pronto se autorizó considerando las normativas”, resaltó Zubizarreta.