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Karina es paraguaya, Lic. en Relaciones Públicas y Marketing, con maestría en Administración de empresas, posgrado en Protocolo, Etiqueta y Ceremonial, profesional en Asesoría de Imagen Personal y Corporativa, recibida en la Universidad Autónoma. Ejerce su profesión hace 20 años. “La etiqueta y el protocolo implican normas de comportamiento establecidas para hacer la vida social más fácil, agradable. La etiqueta regula lo referente a la conducta personal y el protocolo establece los criterios de trato y precedencia de una persona, institución o Estado”, detalla. Para Karina siempre fuimos una sociedad que valora la familia, esto implica el respeto y la educación. “Para no perder esto con la vida tan acelerada en la que estamos inmersos, es importante considerar los cursos que recuerdan las buenas costumbres y el saber ser y estar”
–¿Por qué se enfoca al público adolescente?
–Previamente se realizó un análisis y estudio donde se nota que el segmento de menores está menos explotado, y es desde temprana edad que deben ir conociendo, internalizando y darle valor a esta disciplina. La educación no es un privilegio de clases, debería ser aprendido por todos. Hoy día nuestra sociedad precisa temas como urbanidad, respeto hacia los mayores, superiores, autoridades, a normas y procedimientos, el uso y manejo de símbolos patrios, además de cómo proyectar una imagen, la presencia, etc.
–En este primer seminario se tocaron temas de estética femenina, ¿por qué enfoca principalmente a la mujer?
–Ya estuve impartiendo talleres para niñas, ahora ampliamos porque piden para chicas adolescentes y mamás, pero vamos a contemplar igualmente –con temas acordes– grupos mixtos, siempre respetando las edades.
–¿Cómo ve a la mamá joven como transmisora/educadora de los buenos modales?
–La mujer actual tiene diversos roles y es muy competitiva en lo laboral. De todos los desafíos que tenemos, uno fundamental es la educación de nuestros hijos, a quienes, quizás por compromisos laborales, dejamos por varias horas al día. Por eso creemos que es muy oportuno reforzar los valores y comportamientos aprendidos, para que puedan desenvolverse mejor en la sociedad. Las mismas mamás me llaman y escriben para contar que las niñas que dieron clases de etiqueta social, en la mesa ya les corrigen a ellas. Los niños son excelentes maestros, auténticos y espontáneos.
–¿No basta lo aprendido en casa?
–En los cursos de etiqueta se afianza lo que se sabe, lo que aprendimos en nuestro hogar e hicimos costumbre. Pero si no se internalizó ese conocimiento, tarde o temprano la falta de educación queda al descubierto. Por eso la frase popular dice “la mona vestida de seda, mona se queda”.
–¿Cómo ser finos pero no acartonados?
–Naturalidad en todos los momentos, ámbitos y roles de la vida.
–¿Qué aptitudes se necesitan para aprender?
–Ninguna, pero sí una buena actitud para mejorar.
–Hay quienes no les dan importancia a las reglas sociales: “Así soy yo”.
–Suele haber personas que se niegan a aprender porque se manejan bien como están, pero al conocer más, pueden ver los cambios o resultados positivos en sí mismas y los demás.
–Una frase que resuma su trabajo.
–La etiqueta y los buenos modales nunca pasan de moda.
Tips para adolescentes
a) No olvidarte las palabras mágicas: Buenos días, permiso, gracias, disculpe.
b) Sé puntual
c) No te refieras a alguien con indirectas
d) No uses perfumes fuertes de día
e) Sé cortés, cede el paso, respeta las reglas, abre la puerta a las personas mayores, ayuda a quién lo necesita.
f) Sé educado en la mesa.
g) No es prudente hablar en público de temas que puedan incomodar como la edad, riqueza, ingresos, problemas domésticos, religión.
lperalta@abc.com.py