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-El Partido Colorado está manejando la enmienda de la Constitución nacional para la reelección del presidente Nicanor Duarte Frutos. ¿Cuál es su opinión al respecto?
-Formo parte de una institución (Conferencia Episcopal Paraguaya). No puedo hablar independientemente del colegiado episcopal porque somos una institución que debe buscar la comunión. Hemos reflexionado teniendo en cuenta la suerte del pueblo. Somos servidores del pueblo y de Dios, entonces creemos que la Constitución es lo que constituye al país. Un cambio coyuntural de lo que dice, sin haber pasado por el proceso de reflexión colectivo de la población, no garantiza nada bueno: sea la reforma o la enmienda en este momento. No podemos arriesgar enmienda o soluciones coyunturales de la Constitución. Necesitamos hacer una pausa reflexiva de mucho estudio porque la reforma requiere de un pensamiento lúcido, responsable e inteligente, para corregir los errores que se van detectando en estos diez años de vigencia y que tiene que ver con la sustancia misma de la Constitución. Los obispos no vemos oportuno este momento y tampoco vemos que sea una solución a los problemas de nuestro país.
-Entonces se avizora nuevamente un conflicto político por las discrepancias por la forma del cambio.
-Es natural cuando hay posturas con vistas a elecciones. Pero como obispos debemos mantenernos por encima de estos desencuentros de tal manera que establezcamos la vigencia de esta Constitución hasta que llegue un momento de serenidad y de pausa no condicionada por motivos electoralistas que parece ser la meta de la reforma.
-Al inicio de un Gobierno sería el momento.
-No podría decir cuándo es el momento, pero es una posibilidad.
-Hace un año había advertido que el presidente Nicanor Duarte Frutos no debería reducirse a un partido político, sin embargo en contravención de la Constitución se presentó, ganó y asumió como presidente de la Junta de Gobierno y la consecuencia fue el boicot del Congreso a su gobierno; ¿esto podría empeorar si insiste en la enmienda?
- El presidente de un gobierno elegido por la mayoría debe ser de todos los paraguayos. Como su nombre dice, el presidente, preside la gestión del bien común, y la ejecución de aquellos programas para obtener ese bien común, así como la aplicación de aquellas leyes que se elaboran para realizar ese objetivo. La justicia está para garantizar la aplicación y ejecución de esas leyes. Si cualquiera de las partes no funciona, por ejemplo: la justicia pierde credibilidad y confianza. Si la legislatura no funciona, pierde credibilidad y confianza. Esto significa que no vendrán las inversiones al país y es una resta muy importante para la economía y el bien común.
-¿Cuál es la percepción que tiene del Gobierno de Duarte Frutos?
-Creo que ha tratado de mantenerse en el gobierno. Hay algunos logros interesantes como la Ley de Adecuación Fiscal. También logró evitar los desbordes sociales y evitar la violencia de desestabilización. Fueron momentos tensos los vividos con las víctimas del Ycuá Bolaños, con los médicos de Clínicas y los campesinos. Estos problemas han sido resueltos con relativa tranquilidad. En cuanto al relacionamiento con la Iglesia fue muy objetivo. No hubo agresiones directas a personas, pero siempre se deben mejorar las relaciones a través del diálogo. Aún faltan muchas cosas qué hacer en lo que se refiere al progreso del país.
-¿Cómo ve las relaciones con Bolivia, con un gobierno socialista que se rearma, y que es advertido como una amenaza para nuestro país?
-Por las relaciones internacionales que tenemos con los países veo muy difícil una invasión de cualquier país hacia el Paraguay. Creo que las estructuras internacionales no permiten con facilidad que exista tal cosa. Paraguay es importante para el equilibrio en América de Sur, y si sabe usar esta ubicación política, puede sacar muchas ventajas.
-Formo parte de una institución (Conferencia Episcopal Paraguaya). No puedo hablar independientemente del colegiado episcopal porque somos una institución que debe buscar la comunión. Hemos reflexionado teniendo en cuenta la suerte del pueblo. Somos servidores del pueblo y de Dios, entonces creemos que la Constitución es lo que constituye al país. Un cambio coyuntural de lo que dice, sin haber pasado por el proceso de reflexión colectivo de la población, no garantiza nada bueno: sea la reforma o la enmienda en este momento. No podemos arriesgar enmienda o soluciones coyunturales de la Constitución. Necesitamos hacer una pausa reflexiva de mucho estudio porque la reforma requiere de un pensamiento lúcido, responsable e inteligente, para corregir los errores que se van detectando en estos diez años de vigencia y que tiene que ver con la sustancia misma de la Constitución. Los obispos no vemos oportuno este momento y tampoco vemos que sea una solución a los problemas de nuestro país.
-Entonces se avizora nuevamente un conflicto político por las discrepancias por la forma del cambio.
-Es natural cuando hay posturas con vistas a elecciones. Pero como obispos debemos mantenernos por encima de estos desencuentros de tal manera que establezcamos la vigencia de esta Constitución hasta que llegue un momento de serenidad y de pausa no condicionada por motivos electoralistas que parece ser la meta de la reforma.
-Al inicio de un Gobierno sería el momento.
-No podría decir cuándo es el momento, pero es una posibilidad.
-Hace un año había advertido que el presidente Nicanor Duarte Frutos no debería reducirse a un partido político, sin embargo en contravención de la Constitución se presentó, ganó y asumió como presidente de la Junta de Gobierno y la consecuencia fue el boicot del Congreso a su gobierno; ¿esto podría empeorar si insiste en la enmienda?
- El presidente de un gobierno elegido por la mayoría debe ser de todos los paraguayos. Como su nombre dice, el presidente, preside la gestión del bien común, y la ejecución de aquellos programas para obtener ese bien común, así como la aplicación de aquellas leyes que se elaboran para realizar ese objetivo. La justicia está para garantizar la aplicación y ejecución de esas leyes. Si cualquiera de las partes no funciona, por ejemplo: la justicia pierde credibilidad y confianza. Si la legislatura no funciona, pierde credibilidad y confianza. Esto significa que no vendrán las inversiones al país y es una resta muy importante para la economía y el bien común.
-¿Cuál es la percepción que tiene del Gobierno de Duarte Frutos?
-Creo que ha tratado de mantenerse en el gobierno. Hay algunos logros interesantes como la Ley de Adecuación Fiscal. También logró evitar los desbordes sociales y evitar la violencia de desestabilización. Fueron momentos tensos los vividos con las víctimas del Ycuá Bolaños, con los médicos de Clínicas y los campesinos. Estos problemas han sido resueltos con relativa tranquilidad. En cuanto al relacionamiento con la Iglesia fue muy objetivo. No hubo agresiones directas a personas, pero siempre se deben mejorar las relaciones a través del diálogo. Aún faltan muchas cosas qué hacer en lo que se refiere al progreso del país.
-¿Cómo ve las relaciones con Bolivia, con un gobierno socialista que se rearma, y que es advertido como una amenaza para nuestro país?
-Por las relaciones internacionales que tenemos con los países veo muy difícil una invasión de cualquier país hacia el Paraguay. Creo que las estructuras internacionales no permiten con facilidad que exista tal cosa. Paraguay es importante para el equilibrio en América de Sur, y si sabe usar esta ubicación política, puede sacar muchas ventajas.