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El comandante policial, comisario general inspector Críspulo Sotelo Cáceres, convoca para el acto religioso hoy a las 10:00 en la Comandancia, en honor de los agentes que fallecieron en dicho acto de servicio y cuyas familias deben ser atendidas por el Gobierno.
El viernes 15 de junio de 2012, un operativo policial de desalojo, que en principio parecía que iba a ser pacífico, terminó en una de las peores tragedias.
La intervención se inició a las 07:30 dentro del predio “Campos Morombí”, en un sector ubicado a 4.000 metros de la entrada principal del inmueble, en el kilómetro 282 de la Ruta X “Las Residentas”, en el distrito de Curuguaty, departamento de Canindeyú.
La dotación policial estuvo integrada por 323 agentes encabezados por el entonces director de la Cuarta Zona Policial, comisario general inspector Arnaldo Sanabria Morán; el jefe de Policía de Canindeyú, comisario principal Pablino Vera, y el jefe de Orden y Seguridad de Canindeyú, comisario principal Miguel Anoni.
Además de ellos, fueron movilizados otros 11 oficiales superiores, 13 oficiales subalternos, 100 suboficiales de orden público, 10 agentes de Investigaciones de Canindeyú, 53 efectivos de la Jefatura de Policía de Caaguazú, 8 tiradores de la FOPE, 10 jinetes de la Agrupación Montada de Asunción, así como 60 miembros del GEO de Alto Paraná, 10 más de la Agrupación Montada del mismo departamento y 45 antidisturbios de la Agrupación Especializada.
En representación del Ministerio Público estuvieron presentes el fiscal de Salto del Guairá Diosnel Giménez y dos asistentes, así como los asistentes fiscales de Derechos Humanos del Ministerio Público de Asunción Adrián Rojas, Jorge Romero y Adriana Echauri; el director interinstitucional del Ministerio del Interior, Elvio Cousirat; el asesor jurídico de la Comandancia de la Policía, Froilán Delvalle, y los representantes de Derechos Humanos de la Policía, Lilian Giménez y Rodrigo Augusto Giménez Pereira.
Inicialmente, la comitiva fiscal-policial detectó a unos 150 invasores, de los cuales entre 100 y 120 se encontraban parapetados entre maizales y pastizales. La mayoría de ellos estaban armados con escopetas, rifles, revólveres y hasta honditas.
El grupo de campesinos sin tierra designó a francotiradores estratégicamente posicionados en el monte para esperar, según informes.
Una vez que el subcomisario Erven Lovera Ortiz y el oficial inspector Osvaldo Aníbal Sánchez Díaz, entre otros, se acercaron a los ocupantes para tratar de convencerles de abandonar pacíficamente el terreno, fueron recibidos a balazos por un grupo de 20 “sintierras”, refieren los datos de los investigadores.
Los fallecidos, en ambos grupos
En el tiroteo, que duró al menos media hora, cayeron muertos los policías del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de Alto Paraná que estaban en la primera fila de las negociaciones: subcomisario Erven Lovera Ortiz (41), oficial inspector Osvaldo Aníbal Sánchez Díaz (32), suboficial inspector Jorge Alfirio Rojas Ferreira (37), suboficial inspector Wilson David Cantero González (35), suboficial 2° Derlis Ramón Benítez Sosa (27) y suboficial 2° Juan Gabriel Godoy Martínez (25).
Igualmente, perdieron la vida los campesinos Andrés Avelino Rivero García (62), Avelino Espínola Díaz (55), Delfín Duarte (54), Francisco Ayala (37), Arnaldo Ruiz Díaz Meza (36) y Ricardo Frutos Lara (35).
La lista sigue con De los Santos Agüero (35), Adolfo Castro Benítez (28), Fermín Paredes González (28), Luis Agustín Paredes González (25) y Luciano Ortega (18).