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El ambiente contaminado con partículas producto de quema de basura o de cigarrillos, puede provocar afecciones respiratorias, desde reacciones alérgicas hasta cuadros más severos, como la obstrucción pulmonar y el cáncer de pulmón, estos últimos casos ocurren cuando el nivel de toxicidad llega a su etapa crónica.
El Ministerio de Salud sostiene que la incineración de las basuras contribuye a producir ambientes contaminados de humo. Considera que la inhalación de este u otro tipo de humo es perjudicial para el organismo.
El ambiente se contamina cuando existe una quema, sin importar el contenido del desecho: hojarasca o sustancias tóxicas; por supuesto, si lo que se incinera son sustancias tóxicas, el nivel de perjuicio en el organismo es mayor.
Este tipo de prácticas puede afectar tanto a personas consideradas sanas como a las enfermas. El grupo más vulnerable en este aspecto es el de los niños y las embarazadas. Se advierte que en el caso de las embarazadas, es doblemente perjudicial ya que el humo que la gestante respira va a parar al torrente sanguíneo y esta toxicidad llega al bebé a través del cordón umbilical. Esto no solo acarrea problemas respiratorios en la criatura al nacer, sino hasta malformaciones.
También se ven comprometidas las personas que padecen afecciones cardiovasculares y principalmente aquellas que presenten dificultad para respirar. Tanto el humo de tabaco como el producido a través de la incineración de basura son factores que influyen en la salud de toda persona, sin importar la edad, y puede desencadenar en una descompensación cardíaca.
El Ministerio de Salud sostiene que la incineración de las basuras contribuye a producir ambientes contaminados de humo. Considera que la inhalación de este u otro tipo de humo es perjudicial para el organismo.
El ambiente se contamina cuando existe una quema, sin importar el contenido del desecho: hojarasca o sustancias tóxicas; por supuesto, si lo que se incinera son sustancias tóxicas, el nivel de perjuicio en el organismo es mayor.
Este tipo de prácticas puede afectar tanto a personas consideradas sanas como a las enfermas. El grupo más vulnerable en este aspecto es el de los niños y las embarazadas. Se advierte que en el caso de las embarazadas, es doblemente perjudicial ya que el humo que la gestante respira va a parar al torrente sanguíneo y esta toxicidad llega al bebé a través del cordón umbilical. Esto no solo acarrea problemas respiratorios en la criatura al nacer, sino hasta malformaciones.
También se ven comprometidas las personas que padecen afecciones cardiovasculares y principalmente aquellas que presenten dificultad para respirar. Tanto el humo de tabaco como el producido a través de la incineración de basura son factores que influyen en la salud de toda persona, sin importar la edad, y puede desencadenar en una descompensación cardíaca.