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Los pacientes y sus parientes que concurren a hospitales mencionan con resignación que están “bien atendidos”; algunos funcionarios públicos, otros de escasos recursos, no quieren hablar por temor a recibir reprimendas en sus trabajos y los otros por temor a no recibir el servicio de salud del que depende la vida de sus familiares.
En el Hospital San Pablo, desde el viernes se desalojó del albergue a todos los padres varones. Las autoridades retiraron los colchones y los tiraron junto a la basura patológica del hospital, que peca de mal manejo ya que están a la intemperie jeringas y muestras de sangre.
Las madres que tienen internados a sus bebés en terapia y que están utilizando el albergue deben encargarse de la limpieza del lugar, además de comprar insumos y medicamentos básicos.
“Llama la atención cómo nos piden todos los días los insumos mínimos, que sabemos que el Ministerio de Salud les provee. Cada día tenemos que comprar guantes, tapabocas, frascos para leche, rollo de papel secamanos para cada turno de guardia (se realizan seis turnos por día) y ahora nuestros esposos no pueden acompañarnos; se les prohibió quedarse en el albergue, que además está lleno de bichos. Nuestros esposos son los que nos ayudan y salen a comprar los insumos y medicamentos cuando nos piden de madrugada”, dijo una madre que tiene a su hijo en terapia intensiva hace más de 30 días.
Una de las mujeres embarazadas en espera en Urgencias señaló que le enviaron a su casa a pesar de tener pérdidas de sangre. Intentamos hablar con los responsables de cada área pero ninguno estaba disponible. En Farmacia la jefa no estaba; en Acción Social ninguno de los tres encargados estaba en la oficina. Y en Urgencias la enfermera a la que le consultamos sobre el caso de la mujer con pérdida tomó la pregunta como una broma.
Basura patológica
En el Hospital Barrio Obrero todos los pasillos del están sucios.
Los baños emiten un olor nauseabundo, los tachos están cargados de papel higiénico sin retirar, y la basura patológica permanece por varias horas en los pasillos de gran concurrencia.
Las quejas de los pacientes señalan malos tratos cuando se reclama falta de medicamentos y limpieza, según comentaron.