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Los trabajos de remodelación de la vivienda ubicada en la calle Arquitecto Miguel Angel Alfaro y Tte. 2º Rufino Cañete, del barrio Mburucuyá, tienen en vilo a la familia Couchonnal Rodríguez, cuya residencia quedó pegada a la obra, luego de las reformas. “El año pasado empezaron los trabajos. Primero creímos que se trataba solo de mejoras del chalecito que se encontraba en el sitio. Pero después que se reparó todo el techo se volvió a destechar totalmente y se empezaron a levantar pilares pegados a nuestra casa. En enero presentamos un pedido de paro de obras, hasta que se defina la situación, porque la obra no tiene estudio técnico ni plano de obras y mucho menos permiso municipal”, relató el ingeniero civil Carlos Couchonnal, dueño de la vivienda afectada.
Relató la odisea que pasa a diario en las diferentes dependencias de la Comuna, siguiendo los pasos del expediente que contiene sus denuncias. Dijo que luego de muchos meses de gestionar, de ir y venir hasta la sede municipal, en una de las direcciones le confesaron que la “carpeta se extravió”. Tuvo que reiniciar todo el proceso. En la Comuna, Miguel Ramírez, jefe del Departamento de Fiscalización, confirmó que la obra no cuenta con plano aprobado ni permiso municipal, por lo que labró un acta. Dicha medida arrojó como resultado una orden municipal de paro de obras, que el dueño de la construcción desoyó. El propietario de la vivienda en refacción sería Eulalio García, según contó ayer Estanislao Penayo, uno de los obreros del lugar, quien primero dijo que le avisaría para hacer declaraciones, pero luego volvió diciendo que no se encontraba. El asesor jurídico municipal, abogado Alejandro Benito Torres, aseguró que a raíz del desacato el caso pasó al ámbito jurídico, donde se espera una orden judicial.