Programa “Volver a Sonreír” del MSPyBS atiende a niños con fisuras labiopalatinas

Paraguay es un país con alta incidencia de fisuras labiopalatinas. Se estima que nacen cada año unos 320 niños con esta anomalía congénita. Desde el año 2009 el MSPyBS cuenta con el programa “Volver a Sonreír de Asistencia Quirúrgica a Niños, Adolescentes y Jóvenes con Fisura Labiopalatina”, que se implementa en el Hospital Nacional de Itauguá, explica el médico cirujano Orlando Pereira.

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–¿Qué son las fisuras labiopalatinas y cuáles son sus causas?

–El labio leporino y la fisura de paladar son anomalías congénitas cráneo-faciales, las más usuales tratadas por los cirujanos plásticos. La aparición de fisuras labio-palatinas estaría influenciada por múltiples factores ambientales acumulativos que interfieren en el complejo proceso de formación intrauterino del labio y el paladar. El periodo embrionario (3 a 9 semanas de gestación) es el tiempo más sensible, durante el cual los factores teratógenos (sustancias o cualquier elemento capaz de producir una malformación), pueden tener una incidencia especialmente perjudicial en la correcta formación del labio y del paladar. La mayor o menor influencia de los factores genéticos o ambientales no se ha podido establecer aún. Se espera que con el avance de la biología celular ello pueda ser conocido y, ojalá, prevenido. Lo que sí se ha podido estimar a nivel de la ciencia médica es que una minoría de casos, inferior al 30%, tiene su explicación en causas hereditarias. Son factores importantes en las fisuras labiopalatinas el alcohol, el tabaco, los anticonvulsivantes (Hidantal) y el exceso de vitamina A (ácido retinoico). También factores nutricionales, como la deficiencia de ácido fólico.

–¿En qué consiste el tratamiento y por qué es importante?

–Las fisuras labiopalatinas pueden dificultar la alimentación de los niños y, sobre todo, inciden negativamente en las posibilidades de una inserción social satisfactoria de los mismos. Devolver la sonrisa, la estima y mejorar la salud bucodental de los niños que padecen dichas afectaciones es posible a través de cirugías, con técnicas que han ido mejorando a lo largo del tiempo, pudiendo lograrse resultados satisfactorios a través de intervenciones quirúrgicas que no demandan demasiado tiempo.

El tratamiento ideal es el multidisciplinario. La recuperación de la salud bucodental devuelve la sonrisa a la vida de niños y tiene un efecto positivo que se expande a sus familias, a su comunidad y a toda la sociedad.

–¿Por qué surge el programa “Volver a Sonreír”?

–La salud de los niños, niñas y jóvenes es un bien del mayor valor. El logro de los niveles más altos posibles de bienestar físico, mental y social requiere de políticas integrales, en especial, para atender a aquellos menores que sufren afecciones y enfermedades. La salud bucodental es una dimensión clave de ser protegida durante la niñez, pues ayuda al adecuado desarrollo físico y previene afectaciones definitivas que son muy difíciles de revertir en la adultez, sobre todo, cuando se trata de personas de escasos recursos. Dentro de la salud bucodental, una deformación facial congénita que afecta severamente la vida de las personas es la fisura labiopalatina.

En el Paraguay se estima que 1 de cada 500 niños nacidos vivos presentan hendidura de labio y/o paladar. Esto significa que, por año, nacen unos 320 niños y niñas con esta deformidad facial congénita corregible. Existen unas 13.000 personas con dichas fisuras, muchas de las cuales probablemente nunca recibió cirugías por no contar con recursos para ello.

En setiembre del año 2009 comenzó a implementarse en el Departamento de Odontología de la Dirección de Salud Bucodental del MSPyBS el programa “Volver a Sonreír de Asistencia Quirúrgica a Niños, Adolescentes y Jóvenes con Fisura Labiopalatina”. Las consultas y operaciones se vienen realizando desde entonces en el Hospital Nacional de Itauguá.

Deformidad facial congénita corregible

El labio leporino y la fisura de paladar son las anomalías congénitas cráneo-faciales más usuales tratadas por los cirujanos plásticos. En la población con estas afecciones, el diagnóstico más común es labio y paladar hendido (46%), seguido por fisura palatina (33%) y labio leporino unilateral (21%).

Los varones predominan en la población de labio y paladar hendidos, mientras que en mujeres predomina la fisura palatina aislada. En la población caucásica el labio leporino con o sin fisura palatina se presenta en 1 cada 1.000 nacidos vivos; en la asiática en 1 cada 2.000, y en la población negra en 1 cada 500 nacidos vivos.

En el Paraguay se estima que 1 de cada 500 niños nacidos vivos presentan hendidura de labio y/o paladar. Esto significa que, por año, nacen unos 320 niños con esta deformidad facial congénita corregible.

Dentro de la población de personas con estas fisuras, se estima más de 13.000, muchas de escasos recursos económicos o por falta de oportunidades, nunca recibió cirugías.

clopez@abc.com.py

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